Un grupo internacional de investigadores, entre ellos científicos de la Academia Rusa de Ciencias, ha comprobado que liebres, comadrejas y otros animales con pelaje blanco han comenzado a perder su coloración invernal para «camuflarse» mejor en situaciones de ausencia de nieve.
«A medida que se manifiestan los efectos del calentamiento global, este color se vuelve cada vez menos eficaz en aquellas especias que se sirven del blanco como medio de enmascaramiento, lo que significa que podrán mantener su población en un contexto de cambio climático en curso», reza un artículo publicado en Science.
Tras recapitular datos de observaciones en el hemisferio norte, los investigadores llegaron a la conclusión que animales de determinadas regiones, que eran tradicionalmente blancos en invierno, han adquirido cambios genéticos que les permiten permanecer menos días al año con pelaje de ese color. En algunos casos, incluso se frenó completamente su «blanqueamiento» invernal, como ha ocurrido en algunas especies de Irlanda.