Un sistema de tormentas procedente del este de Estados Unidos está causando importantes interrupciones en los viajes en el noreste del país con pronósticos de fuertes nevadas que se esperan afecten principalmente a Nueva Inglaterra hasta el martes 13 de febrero. Según el Centro de Predicción del Tiempo, se anticipaba una acumulación significativa de nieve en el norte de Pensilvania y el sur de Nueva York a última hora del lunes, extendiéndose hasta el sur de Nueva Inglaterra el martes por la mañana, publicó CNN.
Boston, la ciudad más grande en el camino de la tormenta, podría recibir hasta 30 centímetros de nieve, lo que ha llevado al cierre de las escuelas. Asimismo, la probabilidad de que la nieve supere los 20 centímetros es del 70% al 90% a lo largo de una franja en la frontera entre Pensilvania y Nueva York y en la mayor parte de Massachusetts. También se han emitido avisos y alertas de tormenta invernal en Oklahoma, el norte de Arkansas, el sur de Missouri y el norte de Kentucky.
El meteorólogo David Roth, del Centro de Predicción del Tiempo en College Park, Maryland, explicó a USA Today que, aunque la ubicación exacta de los impactos más severos se determinará a medida que se desarrolle la tormenta, “Boston parece ser la ciudad principal afectada, con una probabilidad menor cerca de la ciudad de Nueva York”. Roth también añadió que los vientos costeros podrían incrementar las posibilidades de inundaciones costeras al empujar el océano hacia ríos interiores.
Este evento es parte de un ciclón extratropical que se intensifica a lo largo de la costa, pronosticado para causar “inundaciones costeras moderadas” en la costa de Jersey y partes de la costa de Nueva Inglaterra, zonas que ya han enfrentado al menos dos grandes eventos de inundación costera este invierno, además de mareas más altas de lo normal durante el fin de semana. Sin embargo, la rápida movilidad del sistema podría reducir los riesgos, según Roth: “Este no tiene las características de un evento récord”.
Curiosamente, aunque se prevén lluvias y vientos en el sur de Louisiana, se espera que estos se disipen a tiempo para evitar interrupciones mayores en las festividades de Mardi Gras en Nueva Orleans. Además, áreas a lo largo de partes de los Apalaches del sur y el sur del medio Atlántico enfrentan un riesgo de lluvias excesivas hasta el martes, con posibilidad de inundaciones repentinas locales conforme el sistema avance.
Roth destacó que las tormentas experimentarán un aumento en las precipitaciones debido a una corriente de humedad proveniente de ambos océanos, el Pacífico sobre México y la región del Golfo de México. “Estamos recibiendo humedad de ambos océanos, en múltiples niveles, y es por eso que estamos experimentando algunas inundaciones repentinas”. Las temperaturas superiores a lo normal en la superficie del mar en el Pacífico también han contribuido a aumentar las precipitaciones en los sistemas que vienen del Pacífico este invierno.
Por otra parte, el sur ha experimentado rondas de tormentas severas que han provocado preocupaciones sobre inundaciones repentinas, granizo de considerables dimensiones y posibles tornados dispersos. Esto ha afectado aproximadamente a 33 millones de personas, abarcando desde Mississippi hasta el noroeste de Florida y las Carolinas, incluyendo ciudades importantes como Atlanta, Birmingham y Montgomery en Alabama; Jacksonville en Florida; y Charlotte en Carolina del Norte, confirmó CNN.
En respuesta a estos eventos, la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, ha tomado medidas proactivas, instando a los residentes a estar atentos y preparados para condiciones de viaje potencialmente peligrosas y posibles cortes de energía. “He ordenado a las agencias estatales que se movilicen en preparación para esta tormenta”, declaró Hochul.
A medida que el sistema de tormentas se mueve hacia el norte, se espera que también cause inundaciones costeras moderadas durante la marea alta del martes a lo largo de la costa de Jersey y partes de las costas de Nueva York y Nueva Inglaterra, alertó The New York Times.
Los efectos de estas condiciones climáticas extremas son un cambio drástico de ritmo para el noreste, particularmente porque muchas ciudades de esta región han estado experimentando uno de los inviernos más cálidos registrados hasta la fecha. Con más de 5 centímetros de nieve por hora cayendo en algunas áreas afectadas y ráfagas de viento de hasta 64 kilómetros por hora las próximas horas y días presentarán desafíos significativos para los residentes, autoridades y servicios de emergencia.