Cuando se dice que el show debe continuar es interesante pensar en qué tipo de adversidades se deben superar para cumplir con una visión artística, como enfermedades, controversias o hasta despidos inesperados. Sin embargo, cuando se habla de la muerte de un elemento del equipo el tono es distinto y muchísimo más delicado, pues es complicado seguir viendo esto como un negocio. Cuando Alec Baldwin disparó por accidente a la fotógrafa Halyna Hutchins, muchos asumieron que la película de Rust estaría condenada al limbo, pero contra todo pronóstico, el actor festejó hoy el cierre de este proyecto del que se mantiene muy orgulloso.
Alec Baldwin esperaba que Rust se convirtiera en una de sus cintas más importantes, pues la historia la trabajó él desde el comienzo junto al director Joel Souza. El western cuenta la historia de un forajido que sale de las sombras para proteger a su nieto, quien es sentenciado injustamente por una muerte accidental. Ambos lograrán escapar, pero comenzará una persecución que los unirá como familia y los pondrá en constante riesgo ante la justicia y un cazarrecompensas extremadamente violento y eficiente. La idea era revivir la experiencia tan particular de este género cinematográfico en lo que debía ser la cinta más emblemática de Baldwin.
Al final, las razones por las cuales Rust pasará a la historia no son exactamente positivas. La muerte accidental de Halyna Hutchins, fotógrafa de la cinta, fue la triste culminación de un montón de problemas que se fueron acumulando durante la producción, desde una armera sin experiencia bajo contrato para ahorrar dinero, hasta obligar al crew a hacer labores que no les correspondía en lo absoluto. El terrible incidente hizo que todos miraran a Baldwin con otros ojos, primero como una víctima más del suceso, y luego como responsable primario por ser productor de la película.
Luego de mucha incertidumbre y varios meses de investigación, se dio a conocer no sólo que Baldwin enfrentaría cargos por la muerte accidental de Hutchins, también tendría que lidiar, al menos, con una demanda por lo sucedido, en este caso un proceso que el viudo de la fotógrafa comenzó. Durante este tiempo, el actor de Jazmín Azul – 91% fue muy juzgado en los medios y las redes sociales, pues era claro que trataba de evitar el tema y presentar una imagen tranquila donde podía seguir con su vida como si nada hubiera pasado.
Luego de que llegara a un acuerdo para la demanda y se le levantaran todos los cargos en su contra, Baldwin decidió mantenerse firme sobre la producción de Rust, y aunque el director Joel Souza también recibió un disparo, él sí apoyó la idea de seguir con la filmación en cuanto fuera posible. Algunos vieron esto como una prueba de la poca culpa que sentía el intérprete, y otros decían entender la importancia de seguir adelante con un trabajo así, incluso para honrar a la fotógrafa. Mucho se seguirá analizando al respecto, especialmente cuando la película se estrene de manera comercial, pero por ahora lo que dará de qué hablar es que Baldwin celebró públicamente el fin de la filmación.
En su cuenta oficial de Instagram, Baldwin subió varias fotos para confirmar que la grabación había llegado a su fin. Una de ellas lo muestra con Patrick Scott McDermott, quien da vida a su nieto en la cinta: