Al menos 97 civiles han muerto y otros 942 han resultado heridos en los enfrentamientos durante el fin de semana entre el Ejército de Sudán y el poderoso grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), informó el Comité Central de Médicos sudanés.
Este comité independiente dijo en un comunicado que este domingo, durante el segundo día de combates en diferentes puntos del país, un total de 41 civiles “fueron asesinados”, principalmente en capital, Jartum, y las localidades de Bahri y Omdurman.
En el primer día de combates, el sábado, al menos 56 civiles perdieron la vida, según la fuente.
Asimismo, el comité señaló que la cifra de víctimas podría ser muy superior puesto que los equipos de emergencia no pueden desplazarse por distintas zonas del oeste del país debido a las restricciones de movimiento por los intensos choques entre el Ejército y las FAR.
El Comité Central de Médicos sudanés también denunció que los uniformados están utilizando instalaciones sanitarias como “refugio”, y recordó que utilizar hospitales con fines bélicos es “un crimen contra la Humanidad, contra los valores y la moral, y contra los tratados y convenios que prohíben su violación”.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que “varios de los nueve hospitales en Jartum que reciben a civiles heridos se han quedado sin sangre, equipos de transfusión, fluidos intravenosos y otros suministros vitales”.
Sudán entró este lunes en el tercer día consecutivo de enfrentamientos, que se siguen desarrollando en Jartum y otras regiones del norte y del oeste del país.
El Ejército informó a última hora del domingo la situación general es “muy estable” y que solo hubo “enfrentamientos limitados” con las FAR, principalmente en la capital sudanesa.
Las Fuerzas Armadas aseguran que controlan la mayoría de las instalaciones militares e infraestructura vital en Jartum, y que han arrebatado a las FAR el estratégico aeropuerto de Merowe, en el norte de Sudán, así como amplias zonas de la conflictiva zona del Kordofán, además de otras regiones.
Ante la escalada de la violencia en ciudades muy pobladas, el domingo el Ejército y las FAR aceptaron una propuesta de la ONU para establecer corredores humanitarios y cesar los combates en zonas residenciales por un breve periodo de tres horas, algo que permitió la evacuación de más de mil residentes en Jartum, indicaron fuentes de la Media Luna Roja sudanesa.
Las luchas entre el ejército regular y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) provocaron alarma internacional y llevaron al cierre de fronteras de los vecinos Egipto y Chad.
El conflicto lleva semanas gestándose, impidiendo un acuerdo político en uno de los países más pobres del mundo. Desde la revuelta popular que derrocó a Omar al Bashir en 2019, Sudán intenta celebrar sus primeras elecciones libres tras 30 años de dictadura.
Durante el golpe de Estado que puso fin a la transición democrática en octubre de 2021, el jefe del ejército, Abdel Fatah al Burhan, y el jefe de las FAR, Mohamed Hamdan Daglo, unieron sus fuerzas para expulsar a los civiles del poder.
Pero la pugna entre los dos generales degeneró en violencia el sábado.