Una veintena de personas murió en un ataque contra una comisaria en el sureste de Irán. Entre las víctimas se encuentran dos coroneles de la Guardia Revolucionaria.
Según testigos, los atacantes estrellaron un bus contra el edificio. Las autoridades han señalado que se trata de un atentado «terrorista».
Entre los fallecidos se encuentra el jefe de Inteligencia de la Guardia Revolucionaria de Sistán y Baluchistán. Además, se produjeron ataques a otras dos comisarias y cuatro bancos, según medios iraníes.
Los hechos se producen en medio de las protestas por la muerte de la joven Amini quien falleció durante su arresto motivado por no llevar bien el velo.
Las protestas desatadas por el fallecimiento de Amini han causado 41 muertos, según la televisión estatal, en dos semanas de protestas, un número que eleva a 83 una ONG con base en Oslo.
En un principio se informó que los choques que sucedían en Sistán-Baluchistán estaban relacionados con esas protestas, pero más tarde las autoridades han apuntado agrupos terroristas.
La región de Sistán y Baluchistán tiene una población mayoritariamente suní y en ella operan grupos extremistas de esa rama del islam contrarios al Gobierno chií de Teherán, así como bandas de contrabandistas y narcotraficantes.