Un inmigrante guatemalteco de 16 años murió bajo la custodia de Estados Unidos, días después de llegar a un albergue de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR).
Las autoridades dijeron que el muchacho desarrolló síntomas de estar enfermo el día posterior a su llegada al albergue donde iba a permanecer recluido.
Finalmente, falleció el pasado martes en un hospital en Texas.
El adolescente fue transferido por los oficiales de la Administración de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) hacia una Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR) el 20 de abril pasado.
“A su arribo al albergue, el menor no presentaba ningún síntoma”, dijo Evelyn Stauffer, vocera de la Administración para la Niñez y Familia, la cual supervisa a la ORR, en una declaración divulgada por el sitio de noticias CBS News.
Revisado por médicos
Los niños ubicados bajo la custodia de ORR, por lo general se les brinda atención médica por médicos de planta cuando arriban por primera vez a los albergues.
“La mañana del 21 de abril, la salud del menor se deterioró visiblemente con fiebre, temblores y dolor de cabeza”, dijo Stauffer.
El muchacho fue llevado a la emergencia de un hospital esa mañana y dado de alta por la tarde. Cuando su salud no tuvo mejoras al día siguiente, fue llevado a otro hospital y más tarde transferido a un hospital infantil en Texas.
La agencia no brindó el nombre de las instalaciones a las que fue trasladado el menor y no dijo en cuales hospitales fue atendido.
Durante la hospitalización del muchacho, su hermano y oficiales consulares guatemaltecos lo visitaron. Stauffer dijo que su familia “recibió información constante de parte del personal del hospital”.
Los oficiales no revelaron más detalles acerca del último reporte de su condición médica y dijeron que las causas de la muerte del adolescente está siendo revisada.
“De acuerdo con los estándares de ORR y los procedimientos, el caso será sujeto a una completa revisión”, concluyó Stauffer.
La muerte del menor se produce meses después de la muerte de otros dos niños inmigrantes que se enfermaron bajo la custodia del gobierno: Jakelin Caal Maquin y Felipe Gómez Alonzo, ambos de 7 años, quienes murieron en diciembre bajo la custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU.
Esos casos provocaron fuertes críticas por parte de defensores de los derechos de los inmigrantes sobre el cuidado que reciben los niños mientras están bajo custodia. También solicitaron audiencias en el Congreso y que las autoridades de inmigración tomaran medidas para aumentar los controles médicos de los menores bajo custodia.