Integrantes de la agrupación ecologista Futuro Vegetal entraron de manera ilegal este martes 6 de agosto a la mansión de Lionel Messi en la isla de Ibiza, España, donde se fotografiaron y vandalizaron su fachada con pintura roja y negra, publican medios locales.
«‘Help the planet, eat the rich, abolish the Police'» («Ayuda al planeta, cómete a los ricos, abolir la Policía»), decía la bandera con la que se tomaron fotos en la casa que el futbolista argentino compró en 2022 a cambio de 11 millones de euros (casi 12 millones de dólares).
Según los activistas, la vivienda es una construcción ilegal, por lo que su portavoz, Bilbo Bassaterra, afirmó que se trata de «otra muestra de cómo la ley no funciona igual para todos». Por eso, afirmaron que «las instituciones están al servicio de una pequeña clase dominante y no representan la voluntad popular».
Medios locales reflejan que cuando Messi la compró, la mansión aún no tenía el certificado de final de obra que debían otorgar las autoridades locales ni la cédula de habitabilidad. Esto prohíbe a los propietarios dar de alta los servicios de electricidad y de agua. La propiedad también había sido investigada por «movimientos de tierra, realización de bancales, cambios en la topografía del terreno y excavaciones para instalaciones».
Los activistas de Futuro Vegetal también denunciaron que «el 1 % más rico de la población mundial generó en 2019 la misma cantidad de emisiones de carbono que los dos tercios más pobres de la humanidad, pese a que son precisamente las comunidades más vulnerables quienes padecen las peores consecuencias de la crisis».
En ese sentido, criticaron al Gobierno español que lidera Pedro Sánchez por tener políticas «encaminadas a subvencionar a grandes magnates de corporaciones cárnicas y energéticas, las principales responsables del aumento de la temperatura media de la Tierra».
También recordaron que «esta misma semana en la isla se ha desahuciado a casi 200 trabajadoras de un asentamiento sin solución habitacional, mientras el Partido Popular de la mano de Vox planean la legalización de edificaciones ilegales a cambio de un pago». «Son políticas al servicio de quienes más tienen y que atentan directamente contra los derechos del resto de la población», agregaron.
Futuro Vegetal se define como «un colectivo de desobediencia civil y acción directa que lucha contra la crisis climática mediante la adopción de un sistema agroalimentario basado en las plantas».
Durante el pasado verano boreal, los activistas ya habían realizado distintas acciones, como arrojar pintura negra en una discoteca, irrumpir en un club de lujo con la pancarta »’Your luxury our climate crisis'» («Tu lujo, nuestra crisis climática»), así como tirar pintura a un avión privado, a un auto Lamborghini y a un yate propiedad de Nancy Walton Laurie, la multimillonaria heredera de Walmart.