Tres tiroteos ocurridos en tabernas de la ciudad de Pietermaritzburg (este) y dos barrios de Johannesburgo dejaron al menos 21 muertos durante la noche del sábado y la madrugada de hoy, confirmaron este domingo fuentes policiales de Sudáfrica. Las autoridades están preocupadas por la recurrencia de este tipo de ataques en el país.
El primero fue el incidente de Pietermaritzburg (estado de KwaZulu-Natal), que dejó 4 muertos y 8 heridos graves. Según fuentes policiales citadas por el medio local Times, dos hombres bajaron de un coche sobre las 20.30 horas, entraron en una taberna del distrito de Sweetwaters y abrieron fuego contra los clientes. Dos personas murieron en el lugar y otras dos posteriormente en centros médicos. Ocho personas se encuentran en estado crítico.
Unas horas después, pasada la medianoche, otra taberna en el famoso distrito de antiguos guetos negros de Soweto, en el suroeste de Johannesburgo, fue blanco de un incidente similar. «Un grupo de hombres armados con rifles y pistolas de 9 milímetros entraron en la taberna y empezaron a disparar aleatoriamente a los clientes que estaban sentados dentro», señaló la Policía en un comunicado.
Incidente previo
En Soweto, 23 personas recibieron disparos y 12 fueron declaradas muertas en el lugar de los hechos. Otras tres murieron posteriormente en un hospital cercano y el resto permanecen en estado grave. Los atacantes huyeron en un Toyota blanco. La Policía investiga estos hechos como incidentes de criminalidad sin motivaciones ulteriores, en un país en el que la inseguridad y las altas de homicidios son un grave problema.
Por último, otras dos personas murieron y otras cuatro resultaron heridas en otro tiroteo ocurrido en un bar de Ekurhuleni, al este de Johannesburgo. «Cuatro hombres, de los cuales uno estaba armado con pistolas de 9 mm, entraron en la taberna y comenzaron a disparar al azar a los clientes», explicó el coronel Dimakatso Sello, portavoz de la policía de Gauteng.
Estos incidentes, además, se produjeron tan solo dos semanas después de una tragedia que ocurrió en otra taberna en la ciudad de East London (sureste). Allí, 21 adolescentes aparecieron muertos por causas que aún no se han esclarecido oficialmente. El menor de los fallecidos tenía 13 años, y se realizó un funeral simbólico al que asistió el presidente, Cyril Ramaphosa.