El grupo surcoreano Samsung Electronics lanzó este lunes 27 de agosto su nuevo teléfono Galaxy Note 9 en 56 naciones, entre ellas Estados Unidos, China y toda Europa, cifra que irá ampliando hasta 130 países en los próximos meses, indicó la compañía en un comunicado.
El último modelo de la familia Note, caracterizado por su lápiz digital y pantalla de gran tamaño (en esta ocasión de 6,4 pulgadas), sale al mercado tras cosechar unas ventas anticipadas locales entre un 30 % y un 50 % superiores a las del Galaxy S9, lanzado en marzo, según cifras de operadores móviles recogidas por The Korea Herald.
Las cifras no lograron alcanzar, no obstante, a las del Note 8, que obtuvo un 20 % más de reservas, según dichas fuentes.
El Galaxy S9 ha recibido una respuesta más débil del mercado por la falta de características innovadoras respecto a su predecesor, mientras que los cambios del Note 9 se consideran más notables, con una batería más grande (4.000 mAh) y una memoria de almacenamiento mejorada de 128 GB y 512 GB, ampliable en este último caso a 1 TB.
El Galaxy Note 9 aparece siete años después del primero de su clase, e incluye también doble cámara trasera, bordes curvos, procesador de ocho núcleos y hasta 8 GB de memoria RAM.
El nuevo terminal es compatible con el modo DeX, que permite utilizar al teléfono como un ordenador de sobremesa adaptando el sistema operativo a una interfaz de ventanas y pudiendo conectarlo a un monitor, teclado y ratón sin necesidad de un «dock» (base).
El Samsung Galaxy Note 9, que está disponible en color azul, negro y lavanda, cuenta con un precio de salida de 1,094 millones de wones (1.009 euros/999,99 dólares), el de 128 GB; y 1,353 millones de wones (1.259,01 euros/1.249,99 dólares) el de 512 GB.