Los hinchas de Liverpool todavía no se animan a ilusionarse, pero las posibilidades de volver a ser campeones de la liga inglesa después de tantos años de sequía crecen de a poquito, partido a partido. El equipo de Klopp dio una prueba de carácter ante un complicado Brighton, le ganó 1-0 gracias al gol de penal de Salah, sigue siendo el único líder de la Premier y les dejó un mensaje a sus perseguidores: este equipo no se cae.
Después de un pobre primer tiempo, donde a los Reds les costó generar situaciones de gol por el buen planteo defensivo del local, el DT alemán despertó a sus jugadores en el entretiempo. Y en la segunda mitad, Mohamed Salah se cargó el equipo al hombro: a los 5′, tras una gran jugada persona, fue derribado en el área y el juez cobró penal. Con mucha personalidad, Mo se encargó de ejecutar la pena máxima y puso el 1-0. De esta manera, el egipcio suma 48 goles en Premier League y en sus últimos 10 partidos convirtió ocho tantos y dio cuatro asistencias.
Más allá del sufrimiento hasta el último segundo, Liverpool se recuperó tras dos derrotas consecutivas (ganó por primera vez en 2019) y le sacó siete puntos de ventaja al Manchester City de Guardiola, que este lunes juega de local ante el Wolverhampton. Además, consiguió una cantidad de puntos histórica con un dato, a priori, alentador: todos los equipos que llegaron a 57 puntos en las primeras 22 fechas, se alzaron con el título. Y sí, en Anfield no quieren ser la excepción y van por más…
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