El argentino Lucas Alario fue el protagonista de una de las jugadas más polémicas en la fecha de la Bundesliga que se disputó este fin de semana. El delantero tuvo una acción alejada de las normas del Fair Play en el duelo en el que Bayer Leverkusen visitó al Schalke 04, y motivó una gresca en el campo de juego entre los futbolistas de ambos equipos.
Iban 12 minutos de la segunda parte y el conjunto local tenía la ventaja por 1-0 en el marcador. En ese momento, la visita decidió devolver una pelota al rival. Un futbolista del Leverkusen envió el balón desde la mitad de la cancha hacia la posición del arquero Alexander Nübel, pero Alario comenzó a correr e interceptó el pase. El ex River se metió en el área y remató al arco, pero el guardameta logró tapar el disparo y mandar el balón al córner.
Inmediatamente, todos los jugadores del Schalke 04 se fueron hacia la posición del argentino para reclamarle por no respetar las reglas del Fair Play al no cumplir con la devolución de la pelota tal como correspondía. Los futbolistas del Leverkusen intentaron separar y hubo algunos gritos y empujones. Afortunadamente, tras unos segundos de tensión, la gresca no pasó a mayores y el encuentro pudo seguir disputándose.
A raíz de esta acción, el árbitro decidió amonestar a Alario, que fue titular y jugó los 90 minutos. Además, sobre el final de la primera etapa y a instancias del VAR, al atacante le anularon un gol por estar en posición adelantada. El otro argentino del plantel, Exequiel Palacios, no fue parte de la convocatoria en esta ocasión.
Más allá de esa acción, el Leverkusen pudo lograr el empate cerca del final. El español Juan Miranda marcó en contra de su propia valla a los 81 minutos y decretó el 1-1 definitivo. El equipo de Alario se mantiene así en la cuarta posición del torneo, mientras que Schalke 04 naufraga en la mitad de la tabla.
La Fecha 31 en Alemania tuvo como plato fuerte a la presentación del FC Bayern München, que sin Robert Lewandowski ni Thomas Müller igual pudo da un nuevo paso hacia su octavo título consecutivo: se impuso por 2-1 al Borussia Monchengladbach –goles de Zirkzee y Gortezka– y podría consagrarse campeón este martes si derrota al SV Werder Bremen, un equipo que pelea por zafar del descenso