Cada vez que las cámaras de televisión dejan de enfocar hacia el campo de juego es porque algo grave pasó. Eso ocurrió hoy cuando el joven jugador del Liverpool, Harvey Elliott, cayó por una grave lesión. Una vez en el césped y su grito que llegó a escucharse a pesar del público presente, hicieron que las cámaras vayan hacia otro punto, aunque el rostro y los gestos de su entrenador, Jürgen Klopp, transmitieron más preocupación.
Fue en el complemento del partido donde el equipo rojo goleó 3-0 al Leeds United dirigido por Marcelo Bielsa. A los 57 minutos, el volante de 18 años recibió un pase de Fabinho con el borde externo fue directo hacia Elliot, con la intención de armar el contraataque. El joven mediocampista tomó el balón y en ese momento Pascal Struijk se tiró a barrer para recuperar la pelota.
Struijk se lanzó al piso desde atrás, con la pierna derecha hacia adelante, y le quitó el balón a Elliot Sin embargo con la otra pierna enganchó a la izquierda de su colega, al caerle encima lo lesionó con su peso y el impacto. Elliot intentó levantarse, pero al darse cuenta de la gravedad, se tiró nuevamente al piso, mostrando muchísimos gestos de dolor.
Elliot fue atendido por los médicos de su equipo y también se acercaron jugadores contrarios. Ahí las cámaras se fueron del césped y el foco fue otro, en este caso Klopp, que primero caminó de un lugar a otro y no quiso ver lo que estaba pasando. Empezó a correr el tiempo y cada segundo fue una eternidad. La tensión que creció y se temió por una delicada lesión ya que el futbolistas de 18 años no pudo moverse.
Cinco minutos más tarde el juvenil fue retirado de la cancha aplaudido por todos los espectadores, en un marco de estadio lleno, algo habitual en la temporada 2021/2022 de la Premier League donde la gente pudo regresar a los recintos con un aforo completo. Elliot fue reemplazo por Jordan Henderson.
Quien se dio cuenta de la grave lesión en el acto fue su compañero Mohamed Salah, que estaba ubicado a pocos metros de la acción. De inmediato, el egipcio le pidió atención al cuerpo médico de Liverpool y también llamó al árbitro Craig Pawson.
Con el partido interrumpido todos mostraron su preocupación, llevaron sus manos a su cara y se agarraron la cabeza como no pudiendo creer lo que sucedió. El público presente también dejó un silencio prolongado desde sus ubicaciones.
En tanto que el capitán de Liverpool, Virgil van Dijk, fue el primero en acercarse al juez del encuentro para protestar por la acción, creyendo que correspondía la expulsión. Cuando todos estaban pendientes de la situación de Elliott, Pawson, a instancias de lo que le dijeron desde el VAR, decidió sacarle la roja directa a Struijk, un falló que fue criticado por los hinchas y jugadores del Leeds, entendiendo que la acción no era para expulsión.
Una vez en la ambulancia, Elliott se tomó un instante para agradecer a través de su cuenta de Instagram todos los mensajes de apoyo: “Gracias por sus mensajes, ahora vamos con la recuperación. YNWA (You will never walk alone)”, expresó el joven que recurrió al “Nunca caminarás solo”, el lema de Liverpool.
Al respecto, Klopp dijo en su conferencia de prensa posterior al partido: “En primer lugar, es una de las pocas publicaciones de Instagram que me encantan porque si ya envía eso, muestra que ya no tiene mucho dolor, es una gran noticia”.
“Creo que todos lo vimos, el tobillo ya no estaba en el lugar correcto. El departamento médico lo volvió a poner en el lugar correcto, lo cual es muy importante realmente en este momento que se va rápido. Aparte de eso, no hay muchas cosas buenas que decir al respecto”, agregó en declaraciones que fueron publicadas en el sitio oficial del club.
“Obviamente es una lesión grave y tenemos que esperar ahora para más exámenes, evaluaciones o lo que sea, exploraciones, y eso es lo que hacemos”, concluyó el DT alemán.
Habrá que ver qué indican los estudios y cuál es exactamente la lesión. Lo cierto es que Liverpool perdió a un futbolista que empezó a ganar terreno en la consideración de Klopp y que, por primera vez como titular, fue importante para el juego del equipo, que se impuso por 3-0.
Por lo ocurrido con Elliot, fue victoria con sabor agridulce para el Liverpool más allá de alcanzar al Manchester United y al Chelsea en la primera posición de la Premier League tras cuatro fechas, en un tridente que manda con 10 puntos y le lleva solo uno al Manchester City, Brighton And Hove y Tottenham.