El mundo oriental de las artes marciales es muy amplio y es así que a lo largo del continente se llevan a cabo competencias de todo tipo, algunas un tanto desconocidas para el público occidental. Este fin de semana, se desarrolló en la ciudad de Jiangmen, en China, el Chongwu Hero, un concurso de lucha libre en el que varias disciplinas convergen y se cruzan con la intención de encontrar un solo ganador.
Por un lado se presentó Ding Hao de 180 centímetros y 78 kilos. El competidor de 27 años es considerado un maestro del Wing Chu en su tierra, un arte marcial tradicional orientado a la defensa personal. Del otro se alzaba el pelador profesional Ahu, cinco centímetros más bajo que su retador y doce kilos más liviano pero con la ventaja de ser un deportista de elite con siete títulos de Sanda, una modalidad que fue desarrollada como una síntesis de las técnicas de kung-fu tradicionales, compuesta por las técnicas de golpes (similares al kick boxing), de agarre y de proyección.
Más allá de la ventaja física que tenía a su favor Ding Hao, los especialistas de la materia ya auguraban un triunfo de Ahu. Y el peleador de 24 años no decepcionó: ya que le propinó un brutal nocaut a su rival a los 72 segundos. A falta de un minuto y 48 segundos para que finalice el primer round, Ahu lanzó un high-kick de derecha que impactó directo en la mandíbula de Ding Hao, haciendo que este caiga de manera inmediata a la lona y no se levante.
Si bien las imágenes son impactantes y se puede apreciar como el maestro del Wing Chu no reacciona durante algunos segundos mientras recibe la asistencia de los médicos del lugar, minutos más tarde Ding Hao se levantó y presenció de pie el momento en el que el árbitro levantó la mano de su adversario para señalarlo como el vencedor.
Una vez consumado el nocaut, Ahu se acercó a su rival y quiso levantarlo en señal de compañerismo. Fue así que Ahu consiguió una rápida victoria y avanzó a la siguiente ronda de este particular certamen celebrado en China.