La cuenta regresiva para Tokio 2020 está en marcha. Como sucede con el resto de las disciplinas que serán parte del programa deportivo de los próximos Juegos Olímpicos, el fútbol masculino y femenino está en pleno proceso clasificatorio para conocer a los seleccionados femeninos y masculinos que competirán en el torneo que se jugará en la capital de Japón el año próximo.
De cara a lo que será el preolímpico, a jugarse en enero del 2020 en Colombia, los equipos aprovecharon la fecha FIFA para jugar diferentes amistosos. Así sucedió con Brasil y Chile, que se enfrentaron en el estadio Pacaembú, de San Pablo. Más allá que el duelo terminó 3-1 a favor de los locales, en el final del juego se produjo un encontronazo entre varios futbolistas de ambos seleccionados que terminó con dos jugadores expulsados.
Corría el minuto 34 del segundo tiempo cuando Pedrinho, delantero del Corinthians, llevaba el balón con la marca de Alex Ibacache, defensor del conjunto trasandino, que le propinó dos patadas al punta que lo dejaron en el piso y provocaron la ira de sus compañeros brasileños.
Acto seguido, comenzaron las corridas: varios jugadores de los dos seleccionados intentaron agredirse con golpes de puño hasta que apareció el capitán del Scratch, Lyanco, que agarró a Ibacache y le hizo una movida comparable con un ejercicio de una arte marcial. «Ippon», gritó el relator brasileño de la cadena Sport TV, en referencia a una de las acciones que tiene el judo para ganar el combate. Una vez que el árbitro esperó que se tranquilice la situación, expulsó a ambos futbolistas.
Más allá del conflicto ocurrido en el final del juego, Brasil fue superior a Chile y lo demostró con el campo. Con una gran actuación de Matheus Cunha, el jugador que milita en el Leipzig de la Bundesliga alemán fue autor de dos goles y asistió en el tercero a Anthony. Dávila, de penal, descontó para la selección chilena. Antes de vencer al conjunto trasandino, la Verdeamarella superó 2-0 a Colombia en el primer amistoso de la preparación.
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En Sudamérica, a comparación de lo que sucedió en la última década -el torneo sudamericano Sub 20 ofició como clasificatorio olímpico-, la Conmebol regresó al formato que se disputó por última vez rumbo a Atenas 2004: en enero del año próximo se jugará un campeonato con futbolistas Sub 23 que entregará dos plazas para participar de Tokio 2020.
Del 15 de enero hasta el 2 de febrero de 2020 se jugará en las ciudades de Armenia, Bucaramanga y Pereira, Colombia, el certamen que tendrá al campeón y subcampeón como los representantes del fútbol sudamericano en la próxima cita olímpica.
En la rama masculina, serán 16 los seleccionados que jugarán en los próximos Juegos Olímpicos. Además de Japón, que tiene su lugar asegurado por ser país organizador, Europa ya confirmó a sus representantes: después del campeonato Sub 21 que se realizó en junio de este año, Francia, Alemania, España y Rumania competirán en Tokio 2020.
Además de las dos plazas que tendrá Conmebol y la Concacaf, habrá tres lugares para seleccionados de África, otras tres para el continente asiático y una para Oceanía.