La NBA ha vivido una noche para el olvido, vergonzosa. La imagen de la mejor liga de baloncesto del planeta ha quedado manchada con una de las peleas más duras y sonrojantes que se recuerdan en los últimos años.
La batalla sucedió en el Golden State Warriors – Minnesota Timberwolves, partido que se acabaron llevando los visitantes por 101-104 gracias a los 33 puntos y 11 rebotes de Karl-Anthony Towns.
Lamentablemente, el duelo quedó marcado en los primeros compases de partido, cuando el marcador todavía no registraba ninguna canasta y todavía no se habían disputado ni dos minutos. Anthony Edwards lanzó un triple frontal que escupió el aro. Draymond Green ganó la batalla por el rebote y encontró a Chris Paul, que se disponía a subir el balón y preparar el ataque de los Warriors.
Así fue la lamentable pelea
A todo eso, Klay Thompson y Jaden McDaniels habían tenido un ligero contacto en la pelea por el rebote, pero lejos de soltarse, los dos jugadores se enzarzaron hasta tal punto de que sus compañeros tuvieron que ir a separarlos, después de que los árbitros parasen el partido. Apareció por allí Rudy Gobert, de los Wolves, que, en principio, cogió a Thompson para separarlo de su compañero. Algo que vio Green, que no dudó en agarrar al pívot francés por el cuello con sus dos brazos, haciéndole un estrangulamiento que dejó helado a todo el mundo. Towns y Edwards trataron de separar al interior de los Warriors. Al final, Gobert se acabó escurriendo y la cosa no fue a mayores, pero la vergüenza ya estaba consumada.
La pelea acabó con la expulsión tanto de Thompson, como de McDaniels y de Green, y en las próximas horas la NBA anunciará unas sanciones que se prevén contundentes. Tras el partido, Gobert no se calló: «Es un comportamiento de payaso. Yo estoy orgulloso de mí mismo por ser el hombre más grande una y otra vez. Y sí, ni siquiera merece que le ponga las manos encima. Mi equipo me necesitaba esta noche, hice todo lo que pude para mantener la calma y luego demostrar que no estaba empeorando la situación, y espero que la Liga haga lo que sea necesario porque ha sido simplemente el comportamiento de un payaso. No hay mucho más que decir. Es un comportamiento de payaso”, concluyó