Escándalo en la Premier League: acusan a Jack Grealish, estrella del Manchester City y la selección inglesa de haber intentado ingresar a un bar en estado de ebriedad, por lo que le habrían negado la entrada el pasado domingo.
En un clip compartido en la red social TikTok, se ve a la estrella que le costó 100 millones de libras esterlinas al City junto a sus compañeros de equipo Kyle Walker y Riyad Mahrez en las cercanías de un negocio. Al extremo se lo puede observar con una persona que lo sostiene con los brazos entrelazados y con una epígrafe en el que se ríen de la situación. “Hombre como Jacky, demasiado ebrio para entrar”, redactó el autor del video antes de subirlo y que se volviera viral en pocas horas.
En los breves segundos de video, también se puede escuchar a la persona que filma diciendo: “Jack quebró, no puede entrar, míralo, Jack quebró”. A Grealish se lo ve con un buzo con capucha blanca fuera de Albert´s Scholss, una bodega de cerveza bávara en el centro de la ciudad de Manchester, con varias personas a su alrededor. El futbolista tiene un breve intercambio de palabras con un desconocido y luego se aleja para cuidar su imagen.
El City explicó que el video fue tomado a las 8 de la noche del domingo y que ninguno de los jugadores rompió el toque de queda porque tenían día libre el lunes, antes de regresar a los entrenamientos este martes con miras al partido de la Premier League del miércoles por la noche contra Brentford. El club también refuta cualquier acusación de que los jugadores estaban borrachos e insiste en que fue su propia decisión no entrar en el Albert’s Schloss, que se encontraba repleto de clientes.
El técnico Josep Guardiola restó importancia al incidente y salió en defensa de sus jugadores en la conferencia de prensa del martes, aclarando que su único error fue no invitarlo a unirse a ellos. Cuando se le preguntó sobre las imágenes, el entrenador español no se preocupó en lo más mínimo, sino que se centró más en el hecho de que no le avisaron de la reunión del domingo por la noche.
“Estoy tan molesto porque no me invitaron. No me gusta, espero que la próxima vez me inviten a cenar”, bromeó Pep de manera sarcástica para minimizar la situación. Y agregó al respecto: “El video no muestra exactamente lo que sucedió. Cenar juntos, sobrios, disfrutando con sus compañeros. Los jugadores conocen el riesgo cuando salen debido a las redes sociales, pero todos ellos: Riyad, Kyle, Ally (Marland, utilero) y Jack estuvieron perfecto. Pero los multaré porque no me invitaron”.
El incidente se produce menos de dos meses después de que Grealish fuera sancionado junto con Phil Foden por Guardiola por “no presentarse a una sesión de recuperación en las condiciones adecuadas”. El director técnico los envió al banco de suplentes por un partido y luego reveló que no era simplemente una cuestión de rotar su equipo. En ese momento, Pep estaba fuera de Inglaterra para asistir al anuncio de retiro de Sergio Agüero.
No es la primera vez que Grealish aparece bajo los focos por su accionar fuera de la cancha: en marzo de 2020 chocó su automóvil contra dos vehículos estacionados después de una fiesta celebrada durante la cuarentena estricta mientras defendía los colores del Aston Villa. Las autoridades de los Villanos le prohibieron conducir durante nueve meses y lo multaron por 82.499 libras esterlinas. Además, el volante también fue eliminado de una nómina en 2015 después de una noche de alcohol en el club nocturno Panacea de Manchester.