El británico Tyson Fury, conocido mundialmente como el ‘Gypsy King’, ha sorprendido al mundo del boxeo con el anuncio de su retirada profesional a los 36 años. Fury, uno de los púgiles más destacados de los últimos tiempos, comunicó su decisión a través de un breve video publicado en sus redes sociales: “Voy a ser breve y conciso. Quiero anunciar mi retirada del boxeo. Ha sido una pasada”.
La carrera de Fury, originario de Mánchester, ha estado marcada por múltiples altibajos, tanto dentro como fuera del cuadrilátero. A lo largo de sus 36 combates profesionales, acumuló un impresionante récord de 34 victorias (24 por nocaut), 1 empate y 2 derrotas, ambas sufridas recientemente a manos del ucraniano Oleksandr Usyk.
El deportista no quedó satisfecho con ninguno de los resultados ante Usyk, especialmente tras su última pelea en diciembre en Riad, Arabia Saudita, donde cayó por decisión unánime. Comparó las decisiones arbitrales con un robo: “Dick Turpin llevaba máscara”, resaltó.
El apodo de ‘Rey Gitano’ no es solo un título sobre el ring, sino un reflejo de su estilo controversial y carismático que marcó la era moderna del boxeo de pesos pesados. Fury logró imponerse como una de las figuras más importantes del deporte al derrotar a rivales legendarios como el invicto Wladimir Klitschko, quien llevaba once años sin ser vencido antes de cruzarse con el británico.
Pese a sus logros en la arena, Fury ha sido también protagonista de polémicas fuera del ring. Su trayectoria estuvo empañada por problemas personales relacionados con el abuso de sustancias y episodios de depresión. El propio boxeador relató su descenso a los infiernos. “Tenía ideas locas. En el verano de 2016 me compré un Ferrari, lo llevé a 300 kilómetros por hora y fui hacia un puente”, contó, según declaraciones recuperadas por Mundo Deportivo. Sin embargo, el giro en su vida llegó cuando encontró motivación en su familia. “Escuché una voz. No hagas eso, Tyson. Piensa en tus hijos y en tu familia”, detalló.
La racha de Fury comenzó a tambalearse desde que aceptó enfrentarse a estrellas fuera del mundo del boxeo, como el campeón de artes marciales mixtas Francis Ngannou, en una pelea altamente criticada por terminar envuelta en controversias arbitrales. Poco después, el británico accedió a los dos duelos históricos con Usyk, que hicieron historia al consolidar al ucraniano como el campeón indiscutido de los pesos pesados bajo los cuatro principales organismos.
Por su parte, los organizadores y expertos del sector habían apostado a que Fury protagonizaría más combates estelares antes de decir adiós. Según señaló Mundo Deportivo, Eddie Hearn, uno de los promotores más influyentes, tenía planes de enfrentar a Fury con Anthony Joshua en un esperado enfrentamiento que fue promocionado como “La Batalla de Gran Bretaña”. Para ello, incluso se había reservado el estadio de Wembley. Ahora, con el anuncio del ‘Gypsy King’, este evento quedó sólo en una iniciatva.
Aunque esta no es la primera vez que el británico se despide del deporte (ya lo hizo brevemente en marzo de 2022), el ambiente en esta ocasión refleja un aire de definición. El impacto de la noticia ha sido profundo en el mundo del boxeo, donde se discute si esta retirada es realmente el cierre de una etapa o si Fury, conocido por su personalidad impredecible, volverá al ring. En cualquier caso, su legado como una figura icónica del boxeo moderno, con un estilo versátil y la capacidad de llenar estadios como el de Wembley con 90,000 personas, ya está asegurado.