Los Patriots cambiaron el rumbo de su historia en el Super Bowl XXXVI cuando derrotaron a los favoritos Rams. Antes de ese momento los «Pats» nunca habían sido campeones y ya sumaban dos derrotas en el «Super Domingo». Con la llegada del coach Bill Belichick en 2000 y luego con el debut de Tom Brady en 2001, New England empezó a marcar una era.
La lesión del entonces quarterback titular, Drew Bledsoe, fue otro momento que marcó el destino de la organización porque si el egresado de la Universidad de Washington State no se hubiese lesionado, quizá Brady no hubiera debutado tan pronto.
Ya en playoffs y con Tom en los controles, el equipo vivió otro episodio clave en aquel partido memorable contra los Raiders de Oakland. El equipo californiano aún argumenta que aquel pase de Brady fue balón suelto y recuperado por su defensiva, contrario al pase incompleto que marcaron los oficiales. A partir de esa jugada polémica se instauró la tan famosa «Tuck Rule».
Algo parecido con lo que sucedió en el juego de campeonato de la Conferencia Nacional de hace unos días donde Los Angeles le ganó a New Orleans con una jugada controversial que será digna de revisión y cambios en el reglamento durante la temporada baja.
Estos eventos fueron importantes, pero el juego entre Patriots y Rams de 2002 fue la punta del iceberg donde la obra se completó. New England llegaba como la víctima, en el Super Bowl LIII es todo lo contrario, y Saint Louis era el favorito porque tenía la experiencia de haber ganado el campeonato dos años atrás, por lo que parecía que iba a establecer una dinastía.
El coach Mike Martz, considerado en ese momento un genio ofensivo, había montado uno de los ataques más explosivos de la historia de la National Football League (NFL) conocido como «The greatest show on turf» (El espectáculo más grande sobre el campo). Por su parte, New England confiaba en la astucia de su entrenador y en la eficiencia de su defensiva.
El Super Bowl XXXVI es considerado uno de los más emocionantes de la historia porque fue parejo hasta la última jugada. El gol de campo que convirtió Adam Vinatieri le dio la victoria a los de Massachusetts, confirmando algo que se creía, pero no se afirmaba: «Tom Brady y Bill Belichick son especiales, ese tandem llevará al equipo muy lejos».
En el Super Bowl LIII los Rams buscarán iniciar su propia dinastía contra el equipo que les ganó hace 17 años y que tras ese triunfo abrió una época llena de éxitos.