La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil está registrando la sede de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en el marco de una investigación sobre supuestos contratos irregulares gestados en los últimos cinco años y vinculados con la celebración de la Supercopa de España en Arabia Saudí, según detallan varias fuentes cercanas a las pesquisas. Los agentes del instituto armado han arrestado a varias personas y, según confirman fuentes policiales y jurídicas, también han entrado en la casa de Granada del expresidente de la federación, Luis Rubiales. El exmandatario no se encuentra entre los detenidos, según cuentan estas mismas fuentes, que especifican que está actualmente fuera de España.
Fuentes policiales confirman, además, que entre los detenidos, se encuentran Tomás González Cueto, asesor jurídico externo de la RFEF y antiguo hombre de confianza de Rubiales; Pedro González Segura, director de servicios jurídicos, y José Javier Giménez, jefe de Personal de la RFEF. Entre los investigados está Ramón Caravaca, socio del despacho de González Cueto, según estas mismas fuentes. Por otro lado, el presidente interino, Pedro Rocha, no está entre los investigados.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Majadahonda (Madrid) dirige esta investigación, que se abrió en 2022, en coordinación con la Fiscalía Anticorrupción. En el despliegue de este miércoles participa también la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial (Europol). Según fuentes de las pesquisas, los agentes han irrumpido en la sede de la RFEF de Las Rozas (Madrid), donde se busca documentación en los departamentos de Administración, Recursos Humanos y Jurídico. La UCO está revisando contratos de la época de Rubiales, que accedió a la presidencia en 2018. La Supercopa de España comenzó en 2022 a celebrarse en Arabia Saudí tras un acuerdo millonario firmado en 2019 entre el entonces mandatario de la Federación y la empresa Kosmos, de la que es fundador y presidente Gerard Piqué, exjugador del FC Barcelona.
Este miércoles, las intervenciones de los agentes se están desarrollando en varias provincias. Las pesquisas, que se han declarado secretas, se centran en presuntos delitos de corrupción en los negocios, administración desleal y blanqueo de capitales. Según fuentes de la investigación, se prevé el registro de un total de 11 domicilios y varios requerimientos judiciales a distintas entidades públicas y privadas. Según dichas fuentes, los investigadores prevén cerrar la operación con siete detenidos y cinco investigados.
El origen de la causa es la querella que presentó en mayo de 2022 Miguel Galán, dirigente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores de Fútbol (CENAFE), en nombre de la Asociación Transparencia y Democracia en el Deporte. En aquella denuncia, Galán se querellaba tanto contra Rubiales como contra el exfutbolista del Barcelona Gerard Piqué por los delitos de administración desleal y corrupción en los negocios. En el texto, el directivo de CENAFE acusaba al primero de cuatro supuestas irregularidades, entre ellas las referidas al contrato para la celebración de la Supercopa, que enfrenta a los dos equipos finalistas de la Copa del Rey y a los dos primeros clasificados de la Liga, que ascendía a 264 millones de euros.
Además, la querella ponía el foco en otros tres gastos. En primer lugar, la presunta contratación de una agencia de detectives a través de una empresa pantalla para espiar durante varios días en octubre de 2019 a David Aganzo, presidente de la AFE, el principal sindicato de futbolistas. La querella, que recogía informaciones periodísticas, cuantificaba el gasto en 11.764 euros. También acusaba al expresidente de la federación de haber percibido, presuntamente de modo irregular, 3.100 euros mensuales durante nueve meses para alquilar un piso de 125 metros cuadrados en el centro de Madrid, así como de pagar con dinero de la federación un viaje de placer de seis días a Nueva York en octubre de 2018 con su pareja sentimental.
La caída de Rubiales
Luis Rubiales, que se encuentra inhabilitado por la FIFA por un plazo de tres años, salió de la cúpula de la RFEF el pasado septiembre. Abandonó la presidencia después de aferrarse durante días al cargo, pese al escándalo que lo cercaba por darle un beso en la boca a la jugadora Jennifer Hermoso tras ganar el Mundial femenino. Por esos hechos, la Audiencia Nacional le abrió una investigación y, después de varios meses de instrucción, el magistrado Francisco de Jorge concluyó que existen “sólidos indicios” de que el beso “no fue consentido y fue una iniciativa unilateral y sorpresiva” del entonces máximo directivo del fútbol español. La querella de la Fiscalía imputaba a Rubiales un presunto delito de agresión sexual y otro de coacciones, debido a las maniobras urdidas posteriormente en el seno del organismo para intentar que la deportista saliera en público a avalar la actuación del presidente.
La salida de Rubiales de la federación, que arrastró a otros consigo, provocó una serie de cambios y dejó como presidente interino a uno de sus hombres de confianza, Pedro Rocha, que debía convocar elecciones. Así le apremió el Consejo Superior de Deportes (CSD), que se pronunció hace solo unos días y tras informe del Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAD). El CSD invita a celebrar dos procesos electorales en los próximos meses para elegir presidente y renovar a la asamblea. En ese sentido, Rocha, que no está ni detenido ni investigado, tenía previsto disolver la junta gestora a las cuatro de la tarde de este miércoles y convocar las elecciones, pero se ha suspendido la reunión de la junta gestora con la entrada de la UCO a la federación.