Comienzan a terminarse los récords que le faltan al japonés Shohei Ohtani por alcanzar en MLB, ya sea como bateador o como lanzador, ya que este miércoles se convirtió en el segundo jugador en la historia de Grandes Ligas en sumar 100 cuadrangulares y 500 ponches en su carrera, junto con el legendario Babe Ruth.
El triunfo 6-4 de Los Ángeles Angels contra St. Louis Cardinals fue el escenario en que el nipón logró igualar al ‘Gran Bambino’ en la exclusiva lista. Como abridor trabajó durante cinco entradas, permitió cinco hits, cuatro carreras limpias, dio una base por bola y ponchó a 13 rivales, los que le faltaban para el medio millar de chocolates.
Un desempeño legendario
Esta apertura se produjo inmediatamente después de que Ohtani recibiera cinco anotaciones en seis entradas contra Oakland Athletics el pasado jueves. Es tan solo la tercera vez en 70 aperturas en su carrera que le hacen más de tres rayitas en salidas consecutivas. Tiene una efectividad de 2.54 en siete presentaciones, tras poner una efectividad de 0.64 en sus primeras cinco salidas.
Sin embargo, Ohtani ha sido una máquina de ponches esta temporada y empató un récord personal con sus 13 abanicados contra Cardinals. Lidera a las Grandes Ligas con 59 guillotinas en 39 episodios, además de ser el primer lanzador de las mayores en ponchar a 13 en un juego este año.
El japonés también es el quinto jugador en la Era Moderna (desde 1900) con 500 hits como bateador y 500 ponches desde la loma de por vida, uniéndose a Smoky Joe Wood, Red Ruffing, Walter Johnson y el propio Ruth, de acuerdo con información de ESPN Stats.
Con el bat destaca también
Por si fuera poco, Ohtani se paró en la caja de bateo con autoridad, ya que en cinco turnos, conectó tres imparables; dos sencillos, uno de ellos remolcador, y un doblete, además de una anotada, para consolidarse como uno de los líderes ofensivos de su equipo.
Sin embargo, pese a la victoria, el nipón aceptó terminar la noche con mucha frustración: “Permití un par de jonrones y quería lanzar seis o siete entradas, como mínimo. Entonces, más que los ponches, estoy decepcionado de no haber podido ir más lejos en el juego”, consideró.