En una noche cargada de emoción y expectativa luego del anuncio de su inminente retiro del tenis profesional, Serena Williams batalló durante más de dos horas y venció a Anett Kontaveit, la número dos del mundo. La estadounidense se impuso por 7-6 (4), 2-6 y 6-2, y avanzó a la tercera ronda del certamen neoyorkino, instancia en la que se medirá el viernes ante la australiana Ajla Tomljanovic (46 del ranking WTA).
“He jugado muchos partidos y por fin en los últimos dos todo salió como lo había planificado”, dijo Serena al cabo del partido y reveló que el desafío de enfrentar a Kontaveit la motivó: “Esto es lo que sé hacer. Soy muy competitiva. No tengo nada que perder, no tengo nada que comprobar”.
Serena, que en unas semanas cumplirá 41 años, mostró solidez con su saque desde el comienzo y rápidamente llegó a las dos primeras posibilidades de quiebre en el tercer game, aunque no tuvo éxito. Empujada por los casi 24 mil espectadores que colmaron las gradas de la pista Arthur Ashe, recién lo logró en el noveno juego y tuvo la chance de cerrar el parcial inicial con su servicio.
Sin embargo, no pudo quebrar la resistencia de su rival, que lució por momentos aplomada, se sobrepuso al clima adverso e igualó el marcador. El duelo continuó equilibrado hasta llegar al tie-break, donde finalmente la seis veces ganadora del Abierto de los Estados Unidos se impuso por 7-4, estableciendo la diferencia a partir de la eficacia de puntos ganados con el primer servicio (89%).
El inicio del segundo set tuvo un desarrollo opuesto. Kontaveit fue más agresiva y precisa en sus lanzamientos. Rápidamente quebró dos veces el servicio de Serena y se puso en ventaja 3-0. Pese a algunas dudas, la estonia sostuvo su rendimiento, fue implacable en los momentos clave y desactivó los intentos de remontada por parte de la múltiple campeona. Así, se llevó el parcial por 6-2 en apenas 35 minutos.
Antes del set definitivo surgieron las dudas respecto de la resistencia física de Serena, que reaccionó de la mejor forma. Se apoyó en su mejor arma, el potente servicio, para tratar de mantenerse apegada a su estrategia de acortar lo más posible el peloteo. Se adelantó 4-1, aunque el trámite era sumamente parejo y no reflejaba tal distancia en el marcador. Kontaveit luchó contra los nervios de la situación y dio batalla. Pero no le alcanzó, cayó 6-2 y se despidió del torneo.
La estonia, de 26 años, extendió su historial de sinsabores en los Grand Slam. Su mejor resultado en las cuatro máximos competencias de tenis son los cuartos de final del Abierto de Australia de 2020. En siete presencias en Nueva York, Kontaveit no ha superado los octavos de un US Open.
Por el contrario, Serena ha ganado el US Open en seis ocasiones, la primera cuando se dio a conocer al mundo en 1999 a los 19 años. El lunes pasado, en su estreno en el certamen, vivió una noche de tributos en Flushing Meadows, con miles de aficionados que, al igual que esta noche, abarrotaron la mayor cancha del mundo para celebrar al gran ícono del tenis estadounidense.
Luciendo un vestido oscuro con incrustaciones de diamantes, la legendaria tenista respondió al homenaje con una contundente victoria en dos sets frente a Danka Kovinic, 80 de la WTA.
Ahora su rival será Tomljanovic, que superó en un reñido partido a la rusa Evgeniya Rodina, quien no cuenta con puesto en el ranking por no competir desde enero de 2019.
Tras su triunfo esta noche, Serena volvió a agradecer el apoyo del público. Expresó su felicidad por el resultado positivo y se mostró “muy entusiasmada” por su participación en dobles junto a su hermana Venus, con quien no juega en equipo desde 2018: mañana, se enfrentarán a la pareja conformada por Linda Noskova y Lucie Hradecka, ambas de República Checa.
Para la segunda máxima ganadora de torneos de Grand Slam, según dijo, ese partido le servirá de “práctica” para lo que va a ser su próximo duelo en singles.