El impacto que generó haber perdido el duelo de semifinales ante el Al Ain y quedarse sin la soñada final ante el Real Madrid, River cerró el Mundial de Clubes con una sonrisa. Se impuso con autoridad al Kashima Antlers por 4-0 para quedarse con el tercer lugar del podio.
El Millonario afrontó el duelo contra el campeón asiático con un equipo con varios suplentes, pero aún así antes de los tres minutos había contado con dos chances de gol, gracias a la gestión del pibe Julián Álvarez.
Tras esa ráfaga inicial el duelo se emparejó, la mitad de la cancha fue zona de paso casi liberado, y los dos tuvieron chances para pasar al frente: Germán Lux, hoy reemplazante de Franco Armani, se lució con una tapada a puro refelejo tras un córner desde la derecha, la misma fórmula que tantos dolores de cabeza le trajo en el duelo de semifinal.
Pero al rato, cuando se jugaban 24, tomó ventaja el Millonario gracias a un impecable cabezazo de Bruno Zuculini, también tras un tiro de esquina. El gol fue un cimbronazo para los asiáticos, que casi sufren otro, pero esta vez Hitoshi Sogahata, quien había ingresado minutos antes por el lesionado Sun-Tae, le ahogó el grito a Álvarez.
Antes de cierre hubo una más, para el Kashima Antlers, pero el travesaño devolvió un remate de Koki Anzai.
Para el complemento el Muñeco mandó al campo a dos pesos pesado: el colombiano Juanfer Quintero, héroe tras el segundo gol a Boca, y Nacho Fernández, también de gran partido ante el Xeneize, por Moreira y Palacios. Con ellos en cancha equipo tuvo más tenencia de balón, pero de arranque careció de profundidad. Hasta la entrada de Gonzalo Martínez, quien jugó sus últimos minutos en el Millonario.
El Pity fue el encargado de sentenciar el juego, a los 28, con un remate alto en las narices del arquero, tras una gran asistencia de Álvarez.
De ahí al final hubo tiempo para otras dos salvadas con mucha fortuna del arco de Lux, con sendos remates en el travesaño, fueron tres en total. Y en la réplica de este último Borré fue derribado en el área y cambió penal por gol para el 3-0.
Parecía el final, pero en el minuto final Martínez hizo su último pase magia con la camiseta del Millonario y metió el cuarto picando la pelota con la maestría de los elegidos y así bajar el telón.