Después de hacer lo más difícil, levantar un 0-1 adverso en un torbellino de cuatro minutos, el Bayern terminó dejando con vida al Madrid en la ida de las semifinales de la Champions League. Un inocente penalti del coreano Kim sobre Rodrygo sirvió en bandeja a 10 minutos para el final el 2-2 definitivo de Vinicius. El Bernabéu decidirá quién se gana el billete para la final de Wembley.
Camaradería (quizás hasta demasiada) en la previa dentro del túnel del Allianz. Ancelotti, que estuvo algo más de un año como entrenador del Bayern, se saludaba con sus pocos viejos conocidos de aquel equipo. Neuer y Müller, básicamente. Ambiente de noche grande de verdad en un Allianz Arena que homenajeaba de forma preciosa a su ídolo Franz Beckenbauer, traspasado el 7 de enero. Tifo espectacular en memoria de uno de los grandes de la historia, el que inventó esa posición de líbero hoy en día ya bastante denostada.
Si el cuadro blanco renunció descaradamente al balón en Manchester hace apenas unos días, en la capital bávara no tuvo reparos en volver a salir agazapado atrás, ordenado y a esperar pérdidas o contraataques para ‘picar’. La apuesta pudo salirle cara nada más pitar el inicio Clément Turpin. A los 48”, con el equipo de ‘Carletto’ sacándose las legañas, Sané se plantaba delante de Lunin. El mano a mano lo sacaba con maestría el ucraniano con el pie.
EL MADRID, OTRA VEZ AGAZAPADO ATRÁS
El Bayern salió como un ciclón. Con la movilidad de Musiala, Sané, los desmarques siempre inteligentes de Müller. Y con un Harry Kane que en el 6’ tenía otra oportunidad buenísima para adelantar a los suyos. Pero le salía un disparo manso y atípico en él. Agobiado, al Madrid le duraba nada y menos el balón. Tras un par más de acercamientos de Sané y Kane, en el 24’, en la primera medio decente que tenía, el Madrid se encontraba con el 0-1. Un pase interior maravilloso de Kroos se topaba con la colaboración de un Kim desdibujado y un Neuer que se quedaba a media salida. Vini no fallaba el mano a mano.
Jarro de agua fría muy duro para un Bayern que mantenía su planteamiento. Consciente, eso sí, de que iba a tener que ir incrementando el grado de riesgo con el paso de los minutos. En el 42’, Kane buscaba el palo de Lunin en un libre directo. Fuera.
CUANDO MENOS LO MERECÍA…LATIGAZO DE SANÉ
No empezaba bien el Bayern. Dudas que aprovechaba el Madrid para tener posesión y avisar con un par de llegadas buenas. Kroos, enm el 50’, hacía lucirse a Neuer buscando el palo largo. Pero si en la primera mitad habían merecido mucho más los bávaros por su atrevimiento, cuando menos habían hecho por encontrar el gol caía el 1-1. Jugada personal de Sané con diagonal hacia adentro y latigazo al más puro estilo Messi, buscando el palo corto.
El partido empezaba de nuevo. Y el Bayern, empujado por un Allianz que rugía como nunca, se topaba apenas cuatro minutos después con el segundo. Penalti que provocaba, pícaro, el adolescente Musiala y en el que caía, esta vez en el otro lado, Lucas Vázquez. ‘Hurrykane’ no fallaba. 2-1 en el 57’.
Se trastocaban los planes de Ancelotti, que abusaba de sus chicles y fruncía ese ceño legendario que tiene. Movía banquillo el italiano primero con la entrada de Camavinga y luego con las de Modric y Brahim.
El Bayern olía la sangre con un Madrid acumulando efectivos arriba. En el 79′, Vinicius le comía la espalda a Kim (noche aciaga del coreano) y, merced a un gran pase de Modric marca de la casa, estrellaba su remate contra la cara de Neuer. El propio central asiático sería protagonista de nuevo negativo un par de minutos después. Maniobra dentro del área de Rodrygo y el ex del Nápoles cometía un penalti claro e infantil. 2-2.
Con seis más el añadido por delante, faltaba por ver si ambos equipos entregaban ya las armas o, sobre todo el Bayern, buscaban esa ventaja para la vuelta en el Bernabéu. Finalmente, 2-2 tras una batalla de rachas y en la que los bávaros pecaron de inocencia al final.