Tropezón en toda regla del Real Madrid en el Bernabéu ante el Rayo Vallecano que se llevó un empate de Chamartín. Carlo Ancelotti quería dar un golpe en la mesa en los tres próximos partidos y en el primero, el golpe se lo llevó el equipo blanco que perdió el liderato a manos del Girona y que vio como la ventaja del Barça ha pasado de cuatro a dos puntos. Todo eso pasó porque el Real Madrid fue incapaz de ganar a un buen Rayo Vallecano, sobre todo defensivamente. Los blancos tuvieron que conformarse con un empate que no le sirve de nada.
El Real Madrid regresó casi un mes después al Bernabéu y quería celebrarlo por todo lo alto, sobre todo después de ganar el Clásico. Los de Ancelotti salieron a por todas y Valverde tuvo el gol en los primeros minutos, pero se encontró con Dimitrievski, el meta del Rayo. Fue el aperitivo de lo que le esperaba a la equipo blanco en el primer acto. Y es que el Real Madrid se estrelló una y otra vez con el portero del equipo vallecano que se convirtió en la pesadilla de un equipo blanco al que se le puso el corazón en el puño en el minuto 10 cuando Bellingham parecía que se había lesionado. Se quedo eso, en un susto y en una venda para proteger el hombro izquierdo del inglés. la zona dolorida tras una caída.
El Real Madrid, salvo unos 10 minutos fue el amo y señor del primer tiempo. El Rayo dio señales de vida, poca, en esos 10 minutos en los que el partido se igualó. A partid de ahí, monólogo blanco con ocasiones para aburrir. Pero entre la mala puntería de los jugadores de Ancelotti y la actuación de Dimitrievski frustraron las ocasiones blancas que fueron unas cuantas, especialmente con centros y disparos desde fuera del área. Las más claras las tuvo Joselu, pero al final, la pelota no entró y se llegó al descanso sin goles.
La segunda parte poco menos que fue un calco de la primera, con el Real Madrid mandando y el Rayo defendiendo y esperando su oportunidad a la contra. El conjunto blanco era un querer y no poder ante la meta del equipo de Vallecas que seguía defendiendo su área con todo y con todos. Los minutos iban pasando para desesperación del madridismo y del propio Ancelotti que veía como el ansiado gol no llegaba. Bueno, sí que llegó y fue obra de Vinicius, pero fue anulado por fuera de juego de Joselu cuando le dio el pase al brasileño para que marcara. O lo que es lo mismo, el marcador seguía sin moverse.
Ancelotti decidió mover ficha y puso en el campo a Kroos, para pasar a Camavinga en el lateral izquierdo, y a Rodrygo. Dos cambios para encontrar el camino del gol. Francisco también movió el banquillo y demostró que fue a por el partido. Puso en el campo a Falcao y Bebé para intentar asaltar el Bernabéu. Dos delanteros veteranos y muy peligrosos para la recta final del encuentro.
El Real Madrid, que veía como la posibilidad del empate era cada vez más real, buscaba siempre a Vinicius esperando una de sus jugadas, de sus internadas para romper el muro de un Rayo que en los minutos finales quiso aprovechar el nerviosismo blanco para calmar el ritmo del partido, sin olvidarse de buscar a Bebé y Falcao, las esperanzas rayistas para dar la sorpresa en el Bernabéu.
El Real Madrid lo intentó una y otra vez hasta el pitido final porque en juego estaba nada más y nada menos que perder el liderato y. además, que iba a perder lo ganado en el Clásico, en cuanto a la ventaja sobre el Barcelona. A pesar de esos intentos, el equipo blanco fue incapaz de ganar al Rayo para el que el punto sumado en el Bernabéu es de oro y que de nada le sirve a un Real Madrid que ya no es líder y que al Barça a dos puntos