El Real Madrid, todos sus estamentos, sabe que LaLiga está perdida. El mensaje de seguir luchando hasta el final lo van a mantener y va a ser el discurso de casi todos hasta que matemáticamente tengan alguna opción de luchar por un título que se ha escapado por errores del equipo en momento puntuales y por situaciones que no dudan en reconocer que se escapan a cualquier control. Además, claro está, de decisiones deportivas que mucho tienen que ver con la economía y planificación del club. Cuestionables o no pero tomadas por motivos que los aficionados en ocasiones no terminan de compartir.
Los dirigentes de la entidad madridista dejaron de creer en el sistema hace tiempo. Va todo más allá de una jugada, de una decisión de un árbitro y sí de situaciones que llevan a marcar el rumbo de la competición. El resumen perfecto lo tienen en las tres últimas semanas de competición doméstica y que insisten en que va más allá de una jugada, de una decisión arbitral y sí de una tendencia que llevan denunciando desde hace tiempo y que consideran que no ha cambiado en nada. Cuestión de tendencias. No es blanco o negro. Es, tal y como mantienen, azulgrana o azulgrana.
Las informaciones que siguen apareciendo relacionadas con el Caso Negreira han servido para reafirmar lo que llevan denunciando durante décadas y que ha condicionado la competición hacia el Barcelona. Los cambios realizados en el sistema no han significado una ruptura total y sienten que siguen luchando contra imposibles.
En el repaso que han hecho de las últimas jornadas es contundente y señala directamente al uso del VAR. Arrancan con lo sucedido en el Camp Nou en la no revisión por parte del árbitro de la jugada protagonizada por Kessie y Fran Pérez en los últimos minutos del reciente Barcelona-Valencia con 1-0 a favor de los de Xavi.
Una semana después, la historia se repite, en este caso, con una revisión del VAR y que termina con la anulación del gol del empate del Athletic ante el Barcelona en una jugada que nace en el centro del campo. El remate llega en el Clásico con dos acciones de VAR, pero especialmente una, la del gol anulado a Asensio y que fue concedido por De Burgos.
El remate para los dirigentes madridistas llega con la jugada de Gavi en la que va claramente va a buscar a Ceballos y que, en esta ocasión, no revisó el VAR y de la que apenas se pudieron ver repeticiones. No hablan de decisiones sobre el verde y sí de un sistema viciado desde hace mucho tiempo y que desde Valdebebas consideran que sigue latente.
Mantienen que en esto en Europa no sucede y todo ello pese al claro enfrentamiento que el Real Madrid tiene con la UEFA y Aleksander Ceferin que no ocultan en ninguna circunstancia. Ni uno, ni otros. Miran lo que hace un equipo y otro y la diferencia es evidente. «Hechos y no palabras», afirman.
El análisis deportivo y las decisiones sobre las renovaciones o no, llegarán más adelante, pero la realidad habla de carencias a cubrir en determinadas posiciones.
TOMADA DE MARCA
Lloriquín, traigan el Lloriquín… hay gooool peados y heridos jajaja.