Este miércoles se disputó la 16° jornada de la LaLiga Santander, donde el Real Madrid se enfrentó a un Elche con las ideas claras, acumulando hombres atrás y salir a la contra a toda velocidad, aprovechando los espacios que los merengues otorgaron en defensa.
Los blancos se vieron muy pobres con su rendimiento colectivo y la presencia de jugadores que poco aportan al club se hizo notar. Marco Asensio volvió a ser intrascendente, invisible en el juego. Por otra parte, la presencia de Marcelo significa un lastre competitivo; empeora las prestaciones colectivas, individuales y también las de los compañeros que lo rodean. Muy lejos de ser el lateral que necesita el Real Madrid. El Elche entendió que el brasileño era el punto débil y lo aprovechó.
Con este resultado, el Real Madrid le cede el liderato en solitario al Atlético de Madrid. Suman 33 puntos en 16 partidos; con dos juegos más, tienen dos puntos menos que los colchoneros, que pueden sacar una ventaja importante. Por su parte, el Elche suma un punto muy valioso y se mantiene fuera de la zona de descenso, con 16 unidades en 14 encuentros disputados.
Primer tiempo
El Elche comenzó bien, avisando con una presión alta que incomodaba la salida de balón del Real Madrid, pero que no pudieron mantener más allá de unos pocos minutos. Poco tardó el conjunto merengue en imponerse e implantarse constantemente en campo. El inicio de partido no fue más que un espejismo y los de Zidane dominaron de inicio a fin, basados en la tenencia de balón e intentando tapar sus debilidades defensivas a partir de ella. Sin imponer un ritmo demasiado alto, sino todo lo contrario. Y el Elche esperaba atrás e intentaba salir rápido al contraataque, pero pocas veces lograron generar peligro en área rival.
Cero duelos ganados, dos faltas y siete pérdidas. Ese fue el primer tiempo en estadísticas de un descolorido Sergio Ramos. El español perdiendo varias veces la posición y fue por su zona por donde el Elche pudo llegar a acercarse a Thibaut Courtois. Mucho tuvo que ver quién lo acompañaba hoy en el lateral izquierdo. Y es que, si ya a Marcelo le cuesta mantener su posición y proteger su zona en defensa, pedirle ayudas defensivas al brasileño es confiar en la fantasía. En términos individuales, Marcelo no rindió mal. Pero claro, su sola presencia ya condiciona el trabajo colectivo y el nivel de quienes lo rodean.
Para el Real Madrid la otra cara de la moneda estuvo en la otra banda, con Dani Carvajal. El lateral español estuvo (muy) bien en cada faceta del juego. Mantuvo al margen los ataques del conjunto visitantes, se anticipó siempre y ganó siempre en defensa; y en ataque manejó la banda derecha, que fue el mayor argumento del Real Madrid, o la zona por la que priorizaban atacar. El jugador de 28 años llegaba siempre a línea de fondo para meter algún centro con peligro.
Por otra parte, está Marco Asensio. Es difícil para un jugador brillar por su intrascendencia, pero Marco lo logra a menudo. También es difícil ser tan poco influyente en el juego teniendo tanta calidad, pero Marco lo logra a menudo. No jugó un mal primer tiempo ni tampoco fue errático, sino que fue totalmente intrascendente, invisible. Jugar con Asensio es como jugar con uno menos. No ofrece ningún aporte en ninguna faceta del juego. Ni desde los centros, ni desde el desborde, ni desde los remates de larga distancia. Nada de nada.
Segundo tiempo
Todos los problemas que venía mostrando el Real Madrid les pasaron factura. La zona Ramos-Marcelo concedió muchas facilidades para que el Elche progresara y llegase al área. La pasividad de los centrales le hizo el trabajo más fácil a Lucas Boyé, que jugó un segundo tiempo magistral aguantando el balón, atacando los espacios y girándose para quedar de cara al arco. El delantero argentino jugó bien de frente y de espaldas, y la zaga del Real Madrid no supo qué hacer para detenerlo.
El empate le vino mucho mejor al Elche que al Real Madrid. El conjunto visitante se mostró plano en ataque y ya no podía tapar sus carencias defensivas, y el Elche se aprovechó. Los de Zidane nunca pudieron imponer su superioridad en el segundo tiempo. Mientras que, por su parte, los franjiverdes atacaban con mucha facilidad y hacían sufrir a su rival con las transiciones rápidas. Al final nadie pudo llegar al gol que les diera la victoria, pero si alguno de los dos estuvo más cerca, no fue el Real Madrid.