El Real Madrid ya está en octavos de final de la Champions. Con dos partidos aún por jugar, el equipo blanco ha sellado su clasificación matemática para la siguiente fase gracias a una cómoda victoria sobre el Braga portugués (3-0).
Fue el partido de Brahim Díaz, gran novedad en el once titular de Ancelotti. El malagueño anotó el primer tanto de la noche y se reivindicó con una fantástica actuación. También brillaron Rodrygo y Vinicius, que volvieron a ver puerta en el Bernabéu, y Lunin, que tuvo que salir al campo de forma inesperada por la lesión de Kepa y resultó fundamental.
Lo fue, sobre todo, por su decisiva parada en un penalti en contra a los cuatro minutos de partido. Con el choque todavía en pañales, Lucas Vázquez derribó con claridad a Borja, pero Lunin evitó el tanto de Djaló desde los once metros.
Durante esos primeros minutos del partido, el Braga mostró sus credenciales en el Bernabéu ante un Madrid que fue de menos a más. Su primera llegada clara fue un gol anulado a Brahim por una falta previa de Vinicius. El exjugador del Milan, sin embargo, se desquitó con un tanto, esta vez legal, al filo de la media hora. Mendy metió un pase al hueco para Rodrygo y el brasileño cedió atrás para que Brahim marcara con una potente llegada en segunda línea.
Vinicius y Rodrygo vuelven a ver puerta
El tanto adelantó a un Real Madrid que aumentó una velocidad en la segunda parte, en la que desarboló por completo al Braga. Los eléctricos ataques merengues acabaron con el equipo portugués y, tras varias llegadas, claudicaron ante Vinicius. El brasileño culminó con calidad un rapidísimo ataque del Madrid, ampliando la ventaja en el marcador.
Apenas tres minutos después fue Rodrygo el que dirigió y definió una jugada de ataque en la que, tras apoyarse en Vinicius, superó a Matheus con un remate picado. Fantástica actuación de la pareja brasileña, que reivindicó el poder goleador de un equipo que esta noche encontró el camino al gol pese a la ausencia de Bellingham.