La dramática situación actual ha cambiado las prioridades también en el mundo del fútbol. El objetivo pasa por superar el problema sanitario y valorar las consecuencias económicas que provoque, que lo hará, en los clubes. En el Atlético, entidad que nos ocupa, han trabajado desde hace semanas en un ERTE que buscará garantizar la viabilidad económica para las próximas temporadas.
Un escenario complicado que no impide que se mire más allá, a la planificación deportiva que lógicamente no camina a la velocidad que sería normal en caso de no estar sufriendo la pandemia del coronavirus. Una hoja de ruta que ahora pasa por estudiar el mercado conocedores de que no habrá dispendios económicos de ningún tipo.
La situación contractual de los futbolistas será, y no sólo en el Atlético, fundamental. Buscar jugadores que acaban contrato o están cerca de ello es clave para evitar traspasos millonarios que ahora parecen cosa del pasado en casos como los de Lemar o Joao Félix, por los que se abonaron 72 (por el 70% del pase) y 127 millones respectivamente.
Ahí, en ese perfil, aparece señalado en rojo el nombre de Ivan Rakitic, jugador del Barça con el que se mantuvieron reuniones en febrero (unos días después de ganar 1-0 al Liverpool en el Metropolitano) para conocer su disponibilidad de vestir la rojiblanca. Su respuesta priorizando la opción del Atlético (y de seguir en LaLiga) es la que despertó el optimismo entre los del Metropolitano para incorporar este próximo verano a un jugador que ya estuvo cerca de fichar en dos ocasiones (2011 y 2014, acabando en Sevilla y Barcelona) y al que ahora conducen todos los caminos.
Aunque esos contactos con Rakitic (como con el resto de los jugadores) ahora están en ‘stand by’ a la espera de ver cómo evoluciona la crisis lo que se tiene claro en el Atlético es que no se realizarán dispendios por jugadores en el próximo mercado de fichajes, toda vez que se determine finalmente la duración del mismo.
El croata es, contado está, un viejo deseo rojiblanco que podría adelantar su salida de la entidad (acaba en 2021 con el Barça) donde necesitan recaudar dinero por su falta de liquidez. El sueldo del actual 4 azulgrana llega a los 8.5 millones netos por curso (más de 16 para un equipo que necesita liberar masa salarial con la venta de jugadores que no cuentan en sus planes). Ahora habrá que ver la cantidad que pedirían los del Camp Nou por un futbolista que tiene los días contados en la entidad… y que apunta al Atlético de Simeone, uno de sus grandes valedores.