Erislandy Álvarez impidió que Cuba se fuera sin oro del boxeo olímpico en París, al imponerse el miércoles por decisión dividida sobre el francés Sofiane Oumiha en la categoría de los superligeros.
El púgil de la provincia de Cienfuegos logró revancha sobre Oumiha, de ascendencia marroquí, quien lo había derrotado en su combate más reciente en el Campeonato Mundial de 2023. Los jueces dieron la victoria al antillano por 3-2.
En su trayectoria hacia lo más alto del podio, Álvarez derrotó a John Ume, de Papúa Nueva Guinea, antes de dar cuenta del argelino Jugurtha Ait Bekka, del tailandés Bunjung Sinsiri y del georgiano Lasha Guruli.
Fue la 41ra presea de oro conseguida por la isla en el boxeo olímpico en la historia. En total, Cuba tiene en sus arcas 78 medallas olímpicas en el boxeo.
Pero corría el riesgo de irse sin títulos de la capital francesa.
Álvarez lo evitó con su victoria en el límite de los 63.5 kilogramos, gracias a la agilidad con la que evitó los golpes de su adversario, quien tomó la iniciativa en el primer asalto.
A medida que avanzó el combate, Álvarez atinó a contraatacar con buenas combinaciones de puñetazos arriba y con algún uppercut ocasional que le restó combatividad al anfitrión.
Durante el tercer asalto, Álvarez evidenció que se sabía con ventaja en el combate y lo gestionó. Incluso alardeó con un baile en los últimos instantes frente a su rival.
Más espectacular fue el salto mortal con el que festejó el triunfo sobre el cuadrilátero.
Es la quinta medalla general de Cuba en estos Juegos y la segunda de oro, luego de la que conquistó el legendario luchador Mijaín López.