Con un jugador menos durante una hora por la expulsión de William Saliba, el Arsenal sucumbió en su visita al Bournemouth (2-0), que se lanzó hacia la zona media de la tabla gracias a la estrategia de su entrenador, Andoni Iraola, clave para derribar a uno de los candidatos a pelear la Premier League junto al Manchester City y al Liverpool. El técnico español dio una lección magistral de dirección, incomodando desde el principio a su rival con una presión asfixiante y acertando de lleno en los cambios en la segunda parte, que marcaron la diferencia con los ingresos de Ryan Christie y Justin Kluivert.
La salida prematura del terreno de juego de Saliba marcó un duelo igualado hasta la media hora, momento en el que el central ‘gunner’ tuvo que abandonar el campo tras una llamada del VAR que llevó al árbitro Robert Jones a expulsarlo por derribar a Evanilson en una clara ocasión de gol. Esta acción, provocada por un mal pase hacia atrás de Leandro Trossard, fue decisiva para los hombres de Mikel Arteta, que pasaron de buscar el primer tanto a defenderse ante un Bournemouth bien ordenado desde el inicio del partido.
Con diez futbolistas, el Arsenal tuvo que esforzarse aún más para intentar sacar algo positivo del Vitality Stadium. Arteta introdujo tres cambios respecto a su último duelo y sacrificó a su jugador más insistente hasta ese momento, Raheem Sterling, para dar entrada a Kiwior. Aunque Sterling inquietó al Bournemouth desde la banda derecha, fue Mikel Merino quien tuvo la oportunidad más clara antes del descanso, pero su zurdazo desde dentro del área no encontró portería.
Por su parte, Semenyo fue clave en el ataque del Bournemouth, desbordando constantemente por la banda izquierda. A los 36 minutos, casi abre el marcador con un trallazo que fue desviado por David Raya. Luego, tras otra de sus internadas, sirvió un centro que el portero del Arsenal logró salvar en el último momento ante un remate a bocajarro de Tavernier. El Arsenal logró sobrevivir al primer cuarto de hora con un hombre menos, pero la segunda parte se presentaba complicada, con la necesidad de resistir y buscar un milagro.
La resistencia del Arsenal llegó hasta el minuto 70, cuando Ryan Christie anotó el primer gol para complicar las opciones del equipo de Arteta, culminando una jugada de pizarra bien trabajada por Iraola. El gol llegó en un momento crucial, justo después de un error de Kepa que casi le cuesta un gol. Al minuto, Christie volvió a marcar, esta vez de penalti, tras una falta sobre Evanilson, un regalo más del Arsenal que selló la victoria del Bournemouth.
La expulsión de Saliba fue un golpe demasiado fuerte para el Arsenal, que no pudo gestionar el partido con diez jugadores frente a un rival que mostró un gran despliegue.