A unas horas de que el Barcelona y el París Saint-Germain se vuelvan a cruzar en una eliminatoria de Champions League, hay tensión en la capital de Cataluña.
A la llegada de el presidente del PSG, Nasser Al-Khelaïfi, a la ciudad, un grupo de aficionados lo increpó por querer llevarse a Lionel Messi al club francés la próxima temporada.
Entre insultos y peticiones para dejar en paz al delantero argentino, fueron algunas de las manifestaciones que se pudieron escuchar a su llegada.
El interés de la escuadra parisina por Messi no ha caído bien en la interna del club azulgrana, incluso el propio director técnico Ronald Koeman, se mostró molesto.
Y es que a nada de enfrentarse el PSG contra el Barcelona y con el mercado de transferencias aún lejos, lo han considerado una falta de respeto al proyecto actual del club.