Paul Pogba (26 años) tiene claro que quiere salir del Manchester United con destino al Santiago Bernabéu. Mino Raiola, su carismático agente, sabe que está ante la que puede ser la operación del verano sin menospreciar la de De Light. Zinedine Zidane quiere al centrocampista francés por lo mucho que puede aportar al Real Madrid en cuanto a fuerza y llegada. Florentino Pérez quiere complacer al técnico blanco, pero sabe que los dueños del United no están por la labor, tanto que ya le han dicho al citado agente que no negocian la salida de Paul Pogba bajo ningún concepto.
¿Cuál ha sido la respuesta del centrocampista? Repetir e insistir con sus argumentos para dejar atrás su pasado como jugador del Manchester United y fichar por el Real Madrid. Lo dijo en su momento, lo mantuvo y lo ha ratificado con la temporada ya terminada. Es más, el pasado miércoles tomo un vuelo rumbo a Asia para participar en diferentes campañas de Adidas, en las que está quedando demostrado que hoy en día es uno de los cinco futbolistas con mayor tirón mediático. Está arrasando tanto en Corea del Sur como ahora en Japón. Disfruta con lo que hace y se deja querer por el aficionado. Esto lo saben en el departamento de márketing del Real Madrid, que se frotan las manos ante su posible llegada por lo que arrastra tras él.
La situación no es sencilla y por la zona noble del Santiago Bernabéu lo saben. Pogba ha superado anteriores recelos y hasta una operación tan complicada como sería su salida del United, es bien vista por todos los implicados en dar el sí a este tipo de movimientos. En el club manejaban otras opciones, pero ante la insistencia de los dos (Zidane y Pogba), se han puesto manos a la obra para lograr cerrar un círculo que se antoja complicado.
El club inglés tiene un importante agujero económico, pero se resiste a vender a la que es considerada su referencia. El agujero deportivo vivido por la entidad de Old Trafford (están fuera de la próxima Champions League) fue el empujón definitivo para que el francés diera el ok a su salida, pero la familia Glazer se mantiene firme y esta misma semana ha comunicado a Mino Raiola que no se prestan a negociar la salida del jugador, que le consideran imprescindible.
El agente, por cierto, estaba sancionado, pero esta misma semana ha recibido primero el sí del TAD y el jueves el de la Federación italiana para poder ejercer de nuevo su profesión, al menos de manera cautelar. Este movimiento también facilita las posibles negociaciones, pero de momento todo está pendiente que desde Old Trafford atiendan el expresado deseo de Pogba de jugar en el Real Madrid, que parece haber aparcado la opción de Eirksen, cerca de renovar en el Tottenham.
Pogba va a permanecer unos días más por diferentes países asiáticos antes de iniciar sus vacaciones en Los Ángeles. Está al tanto de todo lo que sucede y por el momento descarta cualquier medida de fuerza. Ha pedido una solución dialogada. Sabe que por detrás tiene el apoyo de ZInedine Zidane, que hasta el momento está consiguiendo todo lo que se propuso a su regreso al banquillo blanco.
En todo este escenario, como en todos los grandes fichajes, también aparece el PSG. El equipo francés, que merodea en el futuro de Griezmann y en el de Matthijs De Light, también está pendiente de lo que pueda suceder con Paul Pogba, jugador al que le quedan dos años más de contrato en el Manchester United.