El Barça hizo los deberes en el Sánchez Pizjuán (1-4) y se coloca a tan solo dos puntos del Real Madrid, al que ha recortado cinco en las últimas dos jornadas. Los goles de Lewandowski, Fermín y Raphinha y Eric prolongan la racha triunfal del elenco de Hansi Flick, que decantó la balanza con dos goles en menos de 10 minutos tras el descanso y después supo controlar el partido con un jugador menos.
Siguiendo con su política de rotaciones, Flick alineó a Araujo y De Jong, que parece haberle ‘comido’ la titularidad a Casadó, que ya fue suplente en Mestalla. Cubarsí descansó en beneficio del charrúa, necesitado de minutos y actuaciones para recuperar el caché.
No tardó Pedri en sacar su varita. Su envío al área lo enganchó de volea Lamine, obligando a Nyland a lucirse. En el saque de esquina posterior, el cuero le cayó a Lewandowski, que ‘cazó’ el balón y abrió el marcador. Poco le duraría la alegría a los de Flick, pues en la siguiente jugada Vargas igualó tras un desajuste de la zaga visitante. El fútbol de Hansi es esto: todo o nada, y el mínimo error supone prácticamente un mano a mano con Szczesny.
Poco después, Isaac Romero estuvo a punto de culminar una remontada exprés, pero remató en semifallo de manera incomprensible en una acción en la que acabó lesionando a Araujo, sustituido por Cubarsí.
Se calmó la contienda tras el frenesí inicial. El Barça trató de hacerse con el monopolio del balón y los locales, aprovechar las transiciones. La realidad es que ni unos ni otros lograron su acometido. A los de Flick les faltó pausa, mientras que el elenco de García Pimienta apenas enlazaba dos o tres pases con sentido.
La última del primer tiempo para el Barça fue para Kounde, que tras una gran dejada de Lamine disparó alto, directamente a la grada que años atrás le aplaudía. La réplica llegó a cargo de Lukebakio, con una espectacular chilena. El Barça se sentía superior, pero por momentos parecía olvidar que el trabajo no estaba hecho. Obligado meter quinta tras el descanso para no perderle el pulso a LaLiga.
Flick quitó a Gavi, con amarilla, y dio entrada a Fermín, que tardaría menos de 100 segundos en reivindicarse. Pedri puso un caramelo y, entrando desde segunda línea, el andaluz cabececó al fondo de las mallas. No podía empezar mejor el segundo tiempo… aunque a punto estuvo de ocurrir lo mismo que en el primero. Menos mal que había fuera de juego en el incio de la acción del tanto de Vargas.
Cuestión de detalles, de un posible penalti a favor del Sevilla -no hubo nada- se pasó al 1-3 de Raphinha. El brasileño recibió en el vértice del área, se hizo espacio con un control orientado y liquido a Nyland con un obús que entró ajustado al palo. Ahora sí, el Barça asestaba un golpe prácticamente definitivo al equipo de García Pimienta. O eso parecía hasta que Fermín vio la roja directa tras revisar el VAR su entrada a Sow. Quedaba media hora por delante.
Lejos de sufrir, los azulgranas vivieron tranquilos en el tramo final. A los hispalenses se les hizo bola la posesión y los azulgranas solo tuvieron que esperar el pitido final para certificar que están de vuelta en la pelea por el campeonato liguero. Antes, sobre la bocina, un Eric desatado puso la guinda con un nuevo testarazo.
A dos puntos del Real Madrid y a uno del Atlético, el Barça vuelve a ver catapultadas sus opciones de llevarse el título tras un fin de semana redondo justo antes de dos semanas limpias que servirán para resetear pilas.