Los nadadores que aspiran a medallas en los Juegos Olímpicos de París esperan marcar diferencias también gracias a sus innovadores bañadores, que pueden resultar determinantes en competiciones que se deciden por décimas o incluso centésimas de segundo.
La empresa de bañadores Speedo diseñó una nueva versión de su Fastskin LZR Racer, creada a través de tecnología espacial y eso dio a esa prenda la sensación de pesar muy poco. La australiana Emma McKeon, el estadounidense Caeleb Dressel y el británico Adam Peaty la utilizarán con la esperanza de que los ayude en sus respectivas competiciones.
«Creo realmente que el nuevo bañador me ayudará», dijo Dressel, que ganó cinco medallas de oro en los Juegos de Tokio en 2021.
Según McKeon, que ganó siete medallas (cuatro de ellas de oro) en 2021, se trata de la prenda «más rápida que jamás ha utilizado», puesto que con ella «uno se desliza» por el agua.
Speedo lo diseñó con una tecnología utilizada para proteger los satélites espaciales. Representa el último avance en la competición con otras marcas, como Arena, Mizuno o Jaked, para diseñar prendas que mejoren el rendimiento de los nadadores.
«Un aspecto fundamental para un nadador es la resistencia del agua, que es de largo aquello que más ralentiza su velocidad», explica a la AFP Kevin Netto, profesor en una universidad de Ciencias de la Salud en Perth (Australia).
«Si algo disminuye esa resistencia, eso tiene un gran valor para el nadador», destaca Netto.
Los diseños de los bañadores no pararon de mejorar y se volvieron cada vez más innovadores. Sus materiales evolucionaron de la franela hasta el nilón y la licra, pasando por el cotón, la seda y el látex.
World Aquatics (Federación Internacional de Natación) exige que los maillots de baño estén hechos con materiales permeables tras la polémica en Pekín-2008 en que acusaron a Speedo de «dopaje tecnológico».
Sus bañadores, diseñados entonces con la ayuda de la NASA, y otros de parecidos hechos por Arena contribuyeron a que en 2008 y 2009 se batieran varios récords olímpicos o del mundo.
World Aquatics prohibió, sin embargo, ese tipo de bañadores en 2010. También han sido prohibidas las prendas que cubren todo el cuerpo y ahora pueden cubrir como máximo desde el cuello hasta la rodilla.