Apenas queda un mes para el retorno de Inter Miami a la competición oficial, y sin duda la sensación es que hay muchas cosas por arreglar en el sistema y el rendimiento de un equipo que desde luego, pretende aspirar a ganarlo todo. Tras la derrota por la mínima de este lunes ante FC Dallas, los del Tata Martino concluyeron su arranque en suelo americano sin anotar un solo gol, y por lo tanto, sin conocer la victoria.
Después de la primera toma de contacto del equipo, en la que se acumulan dos amistosos y una alta carga de entrenos, Inter Miami pone rumbo a Arabia Saudí para disputar dos partidos más en lo que será el arranque de su gira asiática, en la que pasará por Hong Kong y Japón justo después. En esta salida, el equipo comandado por Messi y el Tata Martino tienen la difícil tarea de comenzar a engrasar la maquinaria y dotar a su fútbol de identidad propia.
Si recurrimos a los datos de estos primeros partidos, el trabajo del equipo en el campo se está traduciendo en un dominio estéril. Sin ir más atras, en el encuentro del lunes ante FC Dallas, la franquicia de la Garza acumuló un 72% de posesión pero nunca pudo remontar el tempranero gol de Jesus Ferreira. Los equipos bien replegados están atascando a Inter Miami en esta pretemporada, y ese es un problema a solventar dado que parece que será el planteamiento general de la mayoría de sus rivales.
Modificaciones en el sistema y más
Tata Martino probó ante FC Dallas un sistema de 5 defensas, con mucha libertad para Jordi Alba y Yedlin, pero que resta un socio en el ataque para Suárez y Messi. Es probable que tanto el argentino como el uruguayo prefieran un tridente de ataque de cara al inicio de pretemporada y así se ordene el equipo a futuro. Lo cierto es que dos jugadores veteranos y con gran capacidad asociativa se pueden beneficiar mucho de un hipotético compañero que trabaje constantemente en generar espacios y atacar la espalda rival.
Por lo tanto, es muy probable que este 5-3-2 actual se convierta en un sistema de circunstancias, mientras que la formación habitual del equipo acabe siendo el clásico 4-3-3 en el que Messi siempre ha rendido de forma brillante. Pese a que ese cambio podría marcar sin duda la diferencia, factores como el trabajo conjunto, la adaptación de las nuevas piezas o la definición de los roles dentro del once son detalles que hay que limar, más allá del arduo trabajo táctico que tiene por delante Inter Miami.
