El PSG intenta cerrar cualquier resquicio que pueda acercar a Mbappé al Real Madrid. La estrella francesa abrió uno en la noche del pasado domingo, en la gala donde fue coronado como el mejor futbolista de la Ligue 1 este año: “Es el momento de tomar una mayor responsabilidad. Quizás en París sea feliz, pero quizás en otro lugar también con un nuevo proyecto”. Una declaración que sonó a aviso a su actual club. “Si hablo otra vez sobre esto es demasiado. Era el mensaje que quería enviar…”. Abrió un laberinto en que metió al PSG y al Madrid, que está atento.
En el Parque de los Príncipes fue un lunes muy largo. El PSG decidió esperar a la tarde para dar una respuesta y esta llegó en sus redes sociales. A las 18:59 horas colgó un comunicado, redactado por altos cargos del club vinculados a Al Khelaifi, donde aseguró que Mbappé continuará la próxima temporada en París. Un movimiento para calmar unas aguas que ya bajan de por sí muy revueltas en el PSG.
Tanto que está previsto que el emir de Qatar y propietario del club galo, Tamim bin Hamad Al-Thani, viaje a finales de esta semana o principios de la próxima a París para estabilizar la entidad. Mbappé ha sido el último temblor en un mes en el que Le Parisien informó de que el emir, cansado de las críticas, podría reducir su inversión en el club y ha salido señalado su director deportivo, Antero Henrique (fue llamado recientemente a capítulo en Qatar). El clima es tal que incluso se le rebeló Thiago Motta, entrenador del PSG Sub-19. Henrique le citó en su despacho para abroncarlo y multarlo por saltarse la política de comunicación del club y el exfutbolista brasileño le dejó plantado…
En el PSG sospechan que las declaraciones de Mbappé en la noche del pasado domingo obedecen a una estrategia para conseguir un aumento de sueldo. Según una reciente biografía, gana 11M€ netos al año con el contrato que firmó al llegar, en 2017. Muy lejos de los 37M€ que ingresa Neymar con su renovación del pasado verano, con viaje de Al Khelaifi a Brasil incluido para engrasar el acuerdo. Ése es el otro vértice del conflicto: la jeraquía del vestuario. A eso alude Mbappé, cada vez más estrella en el PSG (38 goles este curso), cuando habla de querer “más responsabilidad”.
Un mensaje planeado…
El mensaje de Mbappé ha sido planificado, en tiempo y forma, para forzar a Al Thani a intervenir en un vestuario cada vez más tenso. En abril, tras caer en la final de la Copa de Francia ante el Rennes, Neymar aludió a “los jóvenes” del equipo (Mbappé tiene 20 años) para aconsejarles que “escuchen más y hablen menos”. En aquel partido, Mbappé vio la roja por una patada a un rival. “No es el momento de hablar con él, es muy joven y aún tiene mucho que aprender”, fue la receta del brasileño. Mbappé, Neymar, el PSG y el Real Madrid vuelven a entrecruzar sus caminos otro verano más.