Este fin de semana Max Verstappen ha conseguido la victoria en el GP de Japón, la tercera del año, con la que se afianza en el liderato del Mundial. El holandés se impuso sin dificultad alguna sobre Checo Pérez, pero el gran protagonista del día fue de nuevo una Carlos Sainz en estado de gracia, remontando paso a paso hasta batir a Lando Norris y a Charles Leclerc y llevarse su tercer podio en tres carreras. El cuarto sólo se lo birló un ataque de apendicitis en Arabia.
Sainz estuvo ayudado en Suzuka por una gran degradación de neumáticos, la asignatura pendiente de Ferrari en la que son maestros y por una jugada estratégica maestra de la Scuderia, que jugó con Leclerc para retener a Norris en el momento crítico de la carrera, lo que certificó el podio para el madrileño. Juego en equipo perfecto.
Lo de Ferrari parece un giro de 180 grados en los que eran sus grandes puntos negros de antaño. No sólo tiene un coche muy veloz y eficiente en curva rápida y media, sino que clava las estrategias y es capaz de batir en carrera a coches más veloces a una vuelta, como era el caso de los McLaren este fin de semana.
Además, se han quitado el antiguo tic de beneficiar a Leclerc por decreto desde la jefatura, donde han entendido que Sainz está en un momento dulce, que quieren aprovechar para intentar el asalto al Mundial de Constructores y quién sabe luego…. Ahora Charles es tercero en el Mundial con 59 puntos, pero Carlos ya es cuarto a sólo 4 puntos, pese a una carrera menos disputada en su haber.
En Japón los Red Bull parecieron muy lejos, pero llegarán circuito en los que puedan amenazarlos de nuevo, quizá en China dentro de 15 días, el primer fin de semana Sprint de 2024.
Alonso, sexto, rompe el simulador
El otro gran astro de la jornada fue Fernando, que asumía antes de salir que la simulación no le daba mejor que noveno para la carrera. Lo decía con la boca pequeña y el propio director de Aston, Mike Krack, no se lo creía. «Alonso es de prometer poco y hacer mucho», le rebatía en DAZN F1.
Y así fue. Fernando estiró los blandos iniciales cuando a todos se les deshacían, y cimentó allí el ganarle la partida estratégica a Piastri . Luego adelantó en pista a Hamilton y en boxes a Russell (ahogados los Mercedes hoy por la degradación con todos los compuestos), para acabar sexto.
Lección a Russell de nuevo
Como en Australia, acabó por delante de George Russell, del que se defendió durante 7 vueltas, ¡con Piastri como barrera interpuesta! Le iba dando DRS al australiano para que el de Mercedes no pudiera pasarlo y luego darle caza a él. Esta vez no pudo acudir a la reclamación, como pasó por despistarse en Melbourne. Este sexto de Alonso, tres plazas por delante de lo que le ofrece su coche en los ordenadores, no lo mueve la FIA.