Charles Leclerc brilló el domingo en el inicio de la nueva era de la Fórmula Uno, superando a su compañero de equipo Carlos Sainz para que Ferrari consiga el «uno-dos» en el Gran Premio de Baréin que dio inicio a la temporada.
El monegasco cruzó la línea de meta con 5,5 segundos de ventaja sobre Sainz, que ascendió a la segunda posición después de que el campeón del mundo Max Verstappen se retirara a tres vueltas del final.
El siete veces campeón del mundo, Lewis Hamilton, se quedó con un sorprendente tercer puesto en la última vuelta para Mercedes, un puesto por delante de su compañero de equipo, George Russell, después de que el mexicano Sergio Pérez hiciera un trompo, por lo que ninguno de los dos Red Bull llegó a la meta.
La victoria del domingo fue la tercera de la carrera de Leclerc y la primera de Ferrari desde el Gran Premio de Singapur de 2019. También fue la séptima del equipo italiano en la pista del desierto de Sakhir.
Leclerc, que también se llevó la vuelta rápida, largó desde la «pole», aunque tuvo desafíos a lo largo de la prueba.
Tras las primeras paradas en boxes, se enzarzó en una batalla rueda a rueda con Verstappen, y ambos se pasaron y repasaron por el liderato durante varias vueltas.
También se movió perfectamente en el reinicio de la carrera tras la salida del auto de seguridad, separándose de Verstappen cuando los autos pudieron volver a acelerar.
En tanto, la carrera de Red Bull se desmoronó al final.
El coche de Verstappen, que se vio afectado durante gran parte de la prueba por un problema de dirección, pareció frenar de repente, mientras que Pérez informó de una pérdida de potencia inmediatamente después y culpó al motor de su repentino trompo.
