Laura Molina e Yvonne Soler volvieron a conformar la dupla en el voleibol de playa salvadoreño y regresan a la arena con el objetivo de representar a El Salvador en los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023, que el país organizará del 23 de junio al 8 de julio.
Laura retomó sus entrenamientos en enero, después de una breve pausa por el embarazo de su tercer hijo, Wilfredo Fabio, que nació el 17 de diciembre.
“Me mantuve entrenando hasta el octavo mes de embarazo, tuve el bebé, descansé ´full´ una semana luego hice ejercicios de respiración, a la tercera semana comencé a moverme más pero sin saltos y ya en la cuarta semana hice ejercicios de bajo impacto. No he cortado el voleibol y desde enero estoy de lleno: vengo a entrenar y de aquí me voy a a la casa ver a mi bebé, paso con él todo el día y en la noche me voy a hacer pesas. Cuando uno quiere se puede”, explicó Laura, quien juega voleibol desde los 17 años.
Además del proceso interno de la Fesavol, la pareja nacional tiene aspiraciones de competir en algunas de las fechas del Tour Norceca, en Aguas Calientes, México e Islas Caimán, entre otras.
También está latente el sueño de clasificar a los Juegos Panamericanos Santiago 2023, objetivo para el cual necesitan que El Salvador se mantenga entre los mejores ocho del ranking Norceca y competir en el Mundial de Voleibol que será en México.
Yvonne y Laura comenzaron a jugar como dupla desde hace unos 15 años, incluidas algunas pausas por período de maternidad de ambas y asuntos personales.
“Con Yvonne tenemos años de jugar juntas, nos vemos y ya sabemos para donde va la bola, con ella ha sido todo muy fácil, desde siempre, tenemos el mismo objetivo de prepararnos lo mejor posible para poder representar al país en los Juegos Centroamericanos y del Caribe”, dijo Molina, quien también es madre de Valentín, de cuatro años y Juan Andrés, de dos.
Soler explicó que representó a El Salvador en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2002 en dupla con Frida Larios y le emociona volver a competir en el regional como anfitriona y con Laura como su compañera.
“Mis primeros Juegos Centroamericanos y del Caribe fueron en el 2002, ahí comencé mi carrera en voleibol de playa y ahora tengo la oportunidad de jugarlos nuevamente, no sabemos, y quizás este sea nuestro último año con Laura. Queremos competir en los juegos”, declaró Soler.
En caso de lograr el cupo nacional para los Juegos San Salvador 2023, la dupla de voleibolistas tiene definida las metas. “El anhelo es quedar entre los primeros ocho lugares, que creo que es una barda aspiracional que podemos lograr, competir en el Tour Norceca y poder clasificar a los Juegos Panamericanos Santiago 2023 y por qué no, soñar con ir al Mundial”, dijo Laura, quien además de deportista es mercadóloga y tiene su empresa en el área comercial.
La última competencia del Ciclo Olímpico juntas fue su participación en los Juegos Panamericanos Toronto 2015.
Molina y Soler marcaron huella en su primera etapa en el voleibol de playa salvadoreño, que duró un poco más de una década. En el palmarés de la pareja destacan los novenos lugares en Juegos Panamericanos Río 2007 y Toronto 2015, las medallas de plata en la Copa Centroamericana de 2005, 2008, 2009 y 2010, segundo lugar en Copa Continental; plata en el Norceca 2008 y segundo lugar en Copa Continental 2012, entre otros.