Argentina, y en especial Leo Messi, clamaron por la actuación arbitral en la semifinal de la Copa América contra Brasil, que supuso la eliminación (2-0) del combinado albiceleste.
Las quejas se centraron en la inactividad del VAR en dos jugadas polémicas dentro del área brasileña, que habrían podido suponer sendos penaltis.
Según publican varios medios en Brasil, la comunicación entre el árbitro y el VAR pudo verse interferida por el dispositivo de seguridad del presidente de la nación, Jair Bolsonaro, que presenció el partido en el Estadio Mineirao.
La prensa asegura que la comitiva presidencial empleó para comunicarse la misma frecuencia de radio, lo que explicaría por qué no se revisó la jugada. El Comité Organizador del torneo admite que hubo algunos problemas de comunicación tras la llegada de Bolsonaro, pero aseguran que fue resuelto antes de que comenzara el partido.
Además, la Conmebol desmiente haber registrado ninguna anormalidad en la comunicación entre el VAR y el colegiado, el ecuatoriano Roddy Zambrano. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) ha emitido una queja formal a la Conmebol por la actuación del colegiado y ha solicitado los audios de la conversación con el VAR.
Malos perdedores. Simplemente. Cuando un equipo juega bien, no está esperanzado en faltas de penalti para ganar. Deberían de callarse los argentinos y preparar el partido de tercer lugar, sino, quedarán más humillados.