La NBA es la liga de baloncesto más espectacular del mundo y uno de los certámenes más competitivo de cualquier deportes. Pero esto no significa que quienes la comandan no discutan cambios constantes que mejores la calidad del show y además atraigan mayor cantidad de dinero. Es por esto que en estos días los dirigentes debaten si es momento de realizar un cambio radical que marcaría un antes y un después en la competencia.
Según adelantó la cadena ESPN, el comisionado de la NBA Adam Silver está trabajando para conseguir apoyo en su proyecto de modificar el formato de la liga. Es así que, de conseguir los votos necesarios, podría anunciar esto en febrero y lo implementaría en la temporada 2022/23 o en la 2023/24.
En la actualidad la NBA consta de dos etapas: temporada regular y playoffs. En la primera instancia los equipos se miden todos contra todos (aunque con más frecuencias con los de su misma división) así que cada uno disputa 82 partidos (aunque el calendario ajustado producto de la pandemia lo redujo a 72 en las últimas dos campañas). Al término, cada conferencia (Este y Oeste) tiene un campeón y ocho clasificados a la siguiente fase. Allí, los destinos destinos de cada una de las 16 franquicias se definen en duelos mano a mano, hasta llegar a la gran final.
Según lo filtrado por ESPN, la liga planea asemejar su formato a una competencia de fútbol como la Champions League, la Copa Libertadores o el Mundial, en los que los participantes son divididos en zonas según determina un sorteo y los mejores de cada una clasifican a los playoffs. De esta manera, los equipos pasarán a jugar 78 encuentros en la temporada regular (en lugar de 82) y solo los ocho mejores conseguirían el boleto a un torneo de eliminación directa que se disputaría antes de Navidad.
Adam Silver estaría convencido de que esta revolucionaria modificación sería aún más atractiva para los fanáticos de todo el mundo, motivo por el cual los derechos de televisión subirían y, en consecuencia, también los ingresos de la liga. Esas ganancias extras serían destinadas en premios que no sólo irían para los elencos, sino además para los jugadores: un millón de dólares para los jugadores del plantel campeón.
El gran inconveniente sería que las grandes franquicias disputarían menos encuentros en condición de local, por lo que perderían entre 3 y 4 millones de dólares. En caso de que en las discusiones que están llevando a cabo los dueños de los conjuntos que conforman la NBA desemboquen en una solución para este inconveniente, la liga norteamericana podría ponerle fin a su formato actual y darle la bienvenida a un nuevo sistema de competencia.