En una jornada afectada por la suspensión de varios partidos como medida de prevención ante la epidemia global que generó el coronavirus, la Lazio y el Genoa protagonizaron un gran espectáculo en el Stadio Comunale Luigi Ferraris.
El encuentro válido por la fecha 25 del Calcio el conjunto capitalino demostró sus intenciones desde el principio, ya que en menos de 90 segundos consiguió romper la barrera defensiva del dueño de casa para ponerse en ventaja con un golazo de Marusic.
Cuando todavía los espectadores se estaban acomodando en sus localidades y las banderas decoraban las tribunas con el himno sagrado del elenco local, el montenegrino ingresó en el área a pura potencia y quebró la solidez de Perin con un precioso disparo que se incrustó en el ángulo superior izquierdo del arquero: una obra maestra para confirmar que el norte de Italia se iba a desarrollar un gran espectáculo.
La respuesta del local no tardó en llegar. Un tiro libre ejecutado por Schone encontró la cabeza de Favilli para que el delantero desarticule a Strakosha. Todos los presentes se aventuraron a festejar el empate, pero el palo ahogó el grito generalizado y la fortuna mantuvo con vida al escolta del certamen.
En el complemento continuaron las emociones. Ciro Immobile extendió la diferencia gracias a su enorme oportunismo y Cassata marcó el descuento con otro espectacular tanto que se coló detrás del ángulo defendido por el arquero griego con nacionalidad de Albania.
Por lo tanto, cuando parecía que el Genoa se acercaba al empate, un tiro libre ejecutado a la perfección por Danilo Cataldi selló el 3 a 1 para la Lazio. El reemplazante de Lucas Leiva se adueñó de la pelota para improvisar una ejecución que volvió a exponer su técnica. Otro golazo para que la entidad romana se ilusione con dar pelea en el torneo.
Para el beneficio del entretenimiento, un penal convertido por Criscito en el desenlace del cotejo cargó de suspenso al duelo. El 3 a 2 se vivió con una angustia eterna, dado que el dueño de casa arrinconó a la Lazio a pura potencia y vértigo. De modo que en el mismo instante en el que Maresca marcó el final, el desahogo se hizo presente en los protagonistas que se mantienen en la segunda ubicación del campeonato, con un punto de diferencia sobre la Juventus. Los de Filippo Inzaghi volvieron a demostrar que tienen herramientas para terminar con la hegemonía de la Vecchia Signora.