La entrevista brindada por Lionel Messi para oficializar su arribo al Inter Miami paralizó a una parte de Cataluña. Los fanático del Barcelona vieron como se desvanecía la posibilidad de volver a contar con su hijo pródigo, quien remarcó las dificultades económicas del Blaugrana para cerrar su contratación sin demoras ni dilaciones; lo mismo que las dificultades para su inscripción. A más de un mes de esas frases, el tiempo le da la razón al mejor jugador del mundo.
La victoria 4-2 frente al Tottenham por el Trofeo Joan Gamper se transformó en una medicina temporaria para un club que solo tiene 13 jugadores inscriptos para el estreno liguero del próximo domingo ante Getafe como visitante con el agravante de que aún no pudo anotar a sus refuerzos Íñigo Martínez, Oriol Romeu, Ez Abde (volvió de un préstamo) e Ilkay Gundogan. Este último no es un nombre menor en la nómina de Xavi Hernández porque se transformó en una de las mejores incorporaciones del mercado europeo y posee una cláusula para marcharse si no está regularizada su situación para este fin de semana, según afirmó el periodista Santi Ovalle en SER Deportivos.
La dirigencia liderada por Joan Laporta esperaba poder hacerse de liquidez con la venta de distintos futbolistas, pero solo pudo acumular hasta el momento poco más de USD 8.700.000 por la salida de Nico González al Porto. Samuel Umtiti se fue libre al Lille de Francia, misma metodología que Arnau Tenas al París Saint-Germain (PSG) y Alex Collado al Betis, mientras que Julián Araujo fue cedido a Las Palmas.
En este escenario, se especulaba con las partidas de Sergiño Dest, Clement Lenglet, Franck Kessié y Raphinha para mejorar el Fair Play Financiero. Finalmente, ninguno acordó su alejamiento del conjunto Culé. Ousmane Dembélé, una de las piedras angulares del entrenador, comunicó su deseo de irse, y todo indica que el PSG ejecutará su cláusula de rescisión estimada en 50 millones de euros (USD 54 millones). “Está en camino a París. El acuerdo está hecho, sólo tenemos que firmar los documentos”, declaró el director del club, Mateu Alemany. ¿Alcanzará para poder cumplir con el Fair Play y cerrar la plantilla? El tiempo se agota para aligerar las cuentas financieras a pocos días de la defensa de la corona local. En este complejo escenario, se cuela el posible regreso de Neymar al segundo club de su carrera.
La última mala noticia, que afectó sensiblemente los cálculos pronosticados en un primer momento, fue divulgada por la cadena española TV3. Una de las famosas palancas, que conlleva deshacerse de activos presentes y futuros, implicaba la venta de un 16% de la productora Barça Studios por 65 millones de la divisa europea (USD 71 millones), pero el fondo alemán encargado de iniciar la operación decidió no ejecutar la compra. Ese monto servía para inscribir a la totalidad de los jugadores sin ficha con el Azulgrana.
Según se aprecia en la página oficial de LaLiga, Barcelona tiene anotados a Marc-André ter Stegen, Jules Koundé, Eric García, Andreas Christensen, Pedri, Gavi, Frank Kessié, Ferran Torres, Frenkie De Jong, Ansu Fati, Robert Lewandowski, Raphinha y Dembélé, que tiene las horas contadas en España. Más allá de los refuerzos, también hay otros nombres que no fueron inscriptos como Ronald Araújo, Sergi Roberto y Alejandro Balde. Frente a la posibilidad latente de no resolver el problema, Xavi debería apelar a los futbolistas con ficha del filial para complementar el plantel ante Getafe.
A pesar de que tiene tiempo hasta el 31 de agosto, fecha de cierre del mercado, la soga aprieta en uno de los participantes de la UEFA Champions League y las frases de Messi sobre esta situación vuelven a flote con facilidad: “Tenía mucha ilusión de volver al Barcelona, pero después de haber vivido lo que viví y la salida que tuve, no quería volver a estar otra vez en la misma situación: esperar a ver qué iba a pasar y dejar mi futuro en mano de otro. Cuando me fui, LaLiga había aceptado que me inscriban y al final no se pudo hacer. Tenía miedo a que volviera a pasar lo mismo”.
A la luz de los hechos, esas opiniones tienen otro eco, debido a que la vuelta de Leo implicaba mayores recortes de los actuales: “LaLiga había dado el OK, pero tampoco es real que la decisión sea mía porque faltan muchas cosas y es un verano largo en el cual no quiero volver a pasar por lo que ya pasé. Escuché que tenían que vender jugadores o bajar sueldo a jugadores y la verdad es que yo no quería pasar por eso, ni hacerme cargo de obtener algo que tuviera que ver con todo eso”.
Los problemas económicos del Barcelona vienen de larga data y se remontan a la cúpula comandada por Josep María Bartomeu. El cambio de autoridades con Laporta parecía instalar un aire renovado en medio de la incertidumbre reinante por la renovación del mejor jugador del mundo. Poco parece haber cambiado en un día muy especial para el simpatizante Culé, ya que se cumplieron dos años del discurso de despedida de Lionel Messi entre lágrimas.