La noche de este miércoles 20 de octubre ha sido una de las más difíciles en la carrera de Julio Urías. Luego de ser designado por Dave Roberts como el pitcher abridor para encaminar a su equipo al empate de la serie, la estrategia de los Atlanta Braves se impuso y generó un daño significativo en la labor del originario de Culiacán, Sinaloa. Con la derrota, la novena de Los Ángeles tendrá una última oportunidad en el quinto juego para alargar la serie.
El escenario lucía perfecto para que los Dodgers consiguieran una de las victorias más vitales de la temporada en su casa. En esta ocasión, Dave Roberts dejó de lado la extraña estrategia que emprendió contra los San Francisco Giants en el partido definitivo por el pase a la final de la Liga Nacional y Julio Urías saltó a la lomita desde la primera entrada. Con el respaldo de la gente, logró irse en cero desde el primer rollo, aunque el panorama cambió con el desarrollo del juego.
Durante el segundo episodio, un par de potentes cañonazos determinaron de manera definitiva el rumbo del encuentro. Como si lo hubieran ensayado antes del partido, Eddie Rosario y Adam Duvall, el quinto y sexto en la lista de bateo, conectaron un par de cuadrangulares de manera consecutiva que rompieron la igualdad. Fueron dos carreras las que permitió el mexicano, aunque ello no fue determinante para que saliera del encuentro.
Para el tercer rollo el panorama se repitió. Un par de carreras más ampliaron la ventaja de los visitantes y, a pesar de que el mánager de Atlanta barajeó el bullpen desde la primera entrada, la ofensiva de los Dodgers no pudo demostrar el formidable desempeño que exhibió a lo largo de la temporada regular. Fue así que hasta la cuarta entrada el Culichi pudo repetir el cero.
En el quinto de los amargos capítulos en el Dodger Stadium, Urías permitió una anotación más y, al igual que en la gran mayoría de sus intervenciones, Roberts decidió relevarlo en ese momento. Durante la parte baja, el equipo de Los Ángeles experimentó una ligera reacción e impulsó a dos hombres hasta el home, por lo que los asistentes al recinto deportivo confiaron más que nunca en el empate.
El siguiente en el montículo fue Phillip Bickford, quien cumplió satisfactoriamente con la encomienda y no permitió que algún jugador pisara la goma. Después de él saltó Justin Bruihl, quien repitió el formidable paso de su antecesor y colgó el cero en la séptima entrada. A pesar de ello, la ofensiva volvió a ser silenciada por los lanzadores de Atlanta y lograron mantener la ventaja contra el segundo mejor equipo con la temporada.
Tony Gonsolin fue el elegido para cerrar de manera definitiva la posibilidad de que los Braves pudieran anotar más de cinco carreras. Cumplió durante el octavo rollo, aunque una serie de desconcentraciones lo hicieron permitir cuatro anotaciones durante el último episodio. Con la ventaja de nueve carreras por dos, a los visitantes les bastó con llegar al out 27 para hacerse de la victoria.
En esta ocasión, la actuación de Urías fue bien descifrada por Atlanta. Cabe mencionar que durante el segundo partido de la serie tuvo una fugaz participación en la séptima entrada, donde permitió un par de cuadrangulares que, a la postre, desembocaron en la victoria de los rivales. Así, la única esperanza de los Dodgers radica en extender la serie hasta el séptimo juego e imponerse para acceder a su segunda Serie Mundial consecutiva.