Íker Casillas obtendrá el alta médica este sábado, día 4 de mayo, casi con total probabilidad. Se recupera favorablemente del infarto de miocardio que sufrió al final del entrenamiento del Oporto el primer día de este mes, lo que motivó que fuera trasladado de urgencia al hospital privado CUF Porto de la ciudad lusa.
Termina así la temporada para él, justo cuando él va a cumplir 38 años y a su equipo solo le restan tres partidos para saber si puede revalidar el título de Liga conquistado el año pasado o cede otra vez el testigo a su eterno rival, el Benfica.
Reposo absoluto. Esa fue la recomendación de los médicos para estos días… hasta el punto de que no se le permitió utilizar el teléfono móvil y ni siquiera su esposa, Sara Carbonero, fue autorizada a permanecer a su lado durante la primera noche en el centro hospitalario.
Hasta ahora, nunca se le habían diagnosticado problemas cardiacos, pero la situación dio un vuelco cuando comenzó a sentir un fuerte dolor en el pecho y en el brazo izquierdo, síntoma inequívoco del infarto en ciernes.
Así las cosas, los facultativos todavía no han aclarado si podrá volver a jugar al fútbol, aunque ya dejó claro él mismo que no era eso lo que más le importaba en estos momentos.
En cualquier caso, todo apunta a que no se vestirá más de corto, debido a la fuerte exigencia física que requiere el fútbol de alto nivel (con el Oporto en Champions League año sí y año también).
La rápida intervención quirúrgica a la que fue sometido resultó determinante para la pronta recuperación del exídolo del Real Madrid, campeón del Mundial de 2010 al frente de la selección española y de dos Eurocopas: la de 2008 y la de 2012.
Sí, porque se le practicó un cateterismo, que consiste en un procedimiento para introducirle un catéter con el fin de comprobar el estado de sus funciones cardiovasculares y ver cuánta sangre bombea.
El mecanismo permite igualmente medir la presión en las cavidades cardiacas, certificar si alguna de las válvulas se halla alterada y detectar posibles defectos congénitos.
Los mensajes de solidaridad no tardaron en manifestarse a través de las redes sociales, pues el mundo del deporte se apresuró a mostrar su apoyo y su cariño hacia el jugador de Móstoles.
Y este mismo 2 de mayo Casillas recibió la llamada del presidente de la República portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa, con quien coincidió en una cena ofrecida por los Reyes de España dos años atrás.
“Está muy animado y con buena disposición”, declaró el inquilino del Palacio de Belém, al tiempo que el portero agradecía emocionado la llamada de ‘Marcelo’, como le llaman los portugueses de a pie.
Los alrededores del hospital CUF Porto muestran una inusual hiperactividad, pues las filas de periodistas se agolpan a las puertas del centro en espera de captar pronto la imagen de su salida hacia su domicilio en la cercana zona de Foz, junto al Océano Atlántico.