Si la última fecha del Mundial de básquet 2023 venía de regalar algunas sorpresas, el inicio de los cuartos de final del certamen se compensó con un par de obviedades. Primero fue el triunfo de Serbia sobre Lituania, que tenía todos los boletos para pecar de exceso de confianza tras su éxito sobre Estados Unidos, mientras que luego llegó la clasificación del propio Dream Team ante la inofensiva Italia.
Serbia, clásico protagonista de las instancias definitorias del básquet FIBA, espera entonces en semifinales por el vencedor del atractivo duelo entre la Eslovenia de Luka Doncic (4-1 en grupos) y una Canadá repleta de jugadores NBA (4-1). Por su parte, EE.UU. estará atento al partido entre Alemania (5-0) y Letonia (4-1).
Serbia, con mística y motivación extra
La acción de este martes arrancó con el contundente éxito de Serbia sobre Lituania por 87 a 68. Tras un inicio parejo, los balcánicos apretaron en defensa en los cuartos siguientes y definieron la historia antes del último parcial. El desarrollo de los parciales fue así: 24-25, 25-13, 24-17 y 14-13.
Lituania venía de dar la nota con una exhibición de básquet FIBA ante Estados Unidos en el cierre de la segunda fase y ostentaba una marca invicta de cinco triunfos y ninguna derrota pero justo se le cerró el aro en el «mata-mata». Toda una ironía ya que su triunfo ante EE.UU. la mandó a jugar contra Serbia en lugar de Italia, un rival mucho más accesible en los papeles.
Enfrente tuvo a un rival notable, heredero de la mística yugoslava pentacampeona del mundo (1970, 1978, 1990, 1998 y la polémica 2002) y que llegaba con la dura noticia de la baja del interno Borisa Simanic, quien recibió un tremendo codazo en un partido de primera ronda ante Sudán del Sur, tuvo que ser operado dos veces y terminó perdiendo un riñón. Dio la impresión entonces que el equipo transformó esto en motivación para pasar por encima a los lituanos, dedicándole el éxito a Simanic.
El escolta Bogdan Bogdanovic (Atlanta Hawks) fue nuevamente el líder serbio con 21 puntos (falló apenas cuatro de 13 lanzamientos) y está realizando un gran Mundial con promedios de 18,8 puntos, 4,8 asistencias y 37,2% de efectividad en triples (16/43).
Esta es la tercera vez de las últimas cuatro citas que Serbia se mete en semis (cuarta en 2010 y subcampeona en 2014) y eso que no tiene al gigante Nikola Jokic, figura de los Denver Nuggets campeones de la NBA.
Estados Unidos reaccionó con defensa
La derrota ante Lituania disparó fuertes críticas al funcionamiento de Estados Unidos, sobre todo por el baile que sufrió en el primer cuarto (12-31) pero el equipo dirigido por Steve Kerr (Golden State Warriors) no mostró señales de debilidad este martes ante Italia. Fue 100 a 63 a favor de los yanquis, que por momentos hicieron gala de su capacidad defensiva y metieron miedo.
La cosa ya estaba definida para el entretiempo -siendo generosos- con EE.UU. arriba por 46 a 24 y eso que su goleador en el torneo, Anthony Edwards (Minnesota Timberwolves) se fue al descanso sin puntos. El Dream Team propuso una defensa de toda la cancha para pesar de los italianos que, a pesar de eso y la conocida floja labor estadounidense en la marca del pick and roll, terminaron apostando todo al tiro de tres puntos. En la primera mitad la planilla de larga distancia de los tanos fue de dos aciertos en 19 intentos: así no hay economía que aguante.
Sin suspenso, tampoco hubo demasiado espacio para el «morbo» que animó la previa con la presencia de Paolo Banchero (Orlando Magic), quien había hecho gala durante varios años de su compromiso con Italia y en la previa del Mundial eligió vestir la camiseta del «Team USA». El número uno del Draft 2022 casi que pasó desapercibido (8 puntos en 8 intentos).
El anotador del partido fue el alero Mikal Bridges (Brookyln Nets) con 24 puntos, muy bien acompañado por el base Tyrese Haliburton (Indiana Pacers) con 18 puntos y 5 asistencias y el escolta Austin Reaves (Los Angeles Lakers) con 12 puntos y 3 pases gol. Estos dos últimos salieron desde el banco y, una vez más, dejaron expuesta a la floja primera unidad que dispuso Kerr para salir a cancha, sobre todo con el prometedor interno Jaren Jackson Jr. (Memphis Grizzlies), quien terminó con 2 puntos, 2 pérdidas y 3 faltas y viene teniendo un Mundial para el olvido.
