Lo que inició como una noche de celebración para la selección de Estados Unidos, la emoción se desvaneció rápidamente tras empatar 1-1 en su duelo amistoso contra Nueva Zelanda, debido a que no pudieron superar a unos contrincantes claramente inferiores, y porque el anuncio oficial de Mauricio Pochettino como nuevo entrenador opacó todo.
El partido celebrado en Cincinnati comenzó con optimismo para el equipo estadounidense, que se adelantó en el minuto 69 gracias a un gol de Christian Pulisic, quien ingresó al campo en el minuto 57 sustituyendo al delantero Haji Wright. Su anotación, la número 31 en su carrera con selección, lo consolidó como uno de los máximos anotadores del conjunto estadounidense.
La jugada que llevó al gol comenzó con Marlon Fossey, quien encontró a Ricardo Pepi en el lado derecho del área. Pepi pasó el balón a Folarin Balogun, quien a su vez lo entregó a Pulisic, permitiéndole realizar una jugada precisa y potente.
Una celebración opacada
Sin embargo, la alegría de los estadounidenses fue apagada justo en los instantes finales del encuentro, ya que al 89’, un gol casual del neozelandés Ben Waine arruinó la noche tras una serie de errores defensivos.
Un despeje del defensor estadounidense Caleb Wiley golpeó a su compañero Mark McKenzie, rebotó en Waine y superó al portero Matt Turner. Este desafortunado giro de eventos resultó en el empate final para dejar al equipo con un récord de tres empates y una derrota en sus últimos cuatro partidos.
El encuentro contra Canadá, que se jugó el sábado anterior en Kansas City, Kansas, también había sido desalentador, con una derrota por 2-1. El desempeño destacado del portero Patrick Schultze y las contribuciones de los suplentes Luca de la Torre, quien anotó su primer gol con la selección, y Aidan Morris, quien consiguió su primera asistencia, fueron los puntos positivos en una noche dominada por el equipo canadiense.
La nueva era se acerca
Con la llegada de Pochettino, el equipo nacional masculino de Estados Unidos espera recuperar la forma y encontrar un nuevo rumbo bajo su dirección. Los próximos partidos serán cruciales para demostrar la efectividad del cambio de liderazgo y reiniciar el camino hacia el éxito en el fútbol internacional.
Aunque el argentino no estuvo presente en el partido de Cincinnati, se espera que tome las riendas del equipo en los próximos encuentros, incluyendo el enfrentamiento contra Panamá el 12 de octubre en Austin, Texas, y contra México tres días después en Guadalajara