Luego de la sorpresiva victoria en España, el Villarreal viajó a Alemania con la ilusión de dar otro golpe en la Champions League. En territorio germano esperó el Bayern Múnich, la potencia de Europa que quiso imponer sus condiciones desde el principio para evitar su despedida en los cuartos de final del certamen continental.
Las incursiones por la banda derecha de Leroy Sané representaron las acciones de riesgo más comprometedoras para el elenco ibérico. El ex delantero del Manchester City apeló constantemente a su velocidad para darle vértigo al ataque bávaro. En cambio, los de Unai Emery apostaron por los contragolpes liderados por Giovani Lo Celso para abastecer a Arnaut Danjuma y Gerard Moreno.
Otro recurso con el que el combinado de Julian Nagelsmann intentó abrir el marcador se basó en el talento de Jamal Musiala y los envíos de Joshua Kimmich. En todos los casos, Gerónimo Rulli debió intervenir con mucha concentración y sacrificio para mantener la esperanza encendida del Submarino Amarillo.
El primer capítulo se diluyó con la marea de camisetas amarillas a pocos metros de la zona defendida por el ex arquero de Estudiantes. El Villarreal sólo tuvo una oportunidad para lastimar a Manuel Neuer luego de una limpia salida de Etienne Capoue que derivó en una extensa corrida de Danjuma. La pésima definición del neerlandés fue salvada por la tardía posición adelantada que sancionó Slavko Vincic. Al equipo de Unai Emery todavía le quedaban 45 minutos de sufrimiento y angustia.
El complemento comenzó con la misma tendencia. Una notable atajada de Rulli ante Musiala fue otra muestra de la superioridad local. Y unos instantes después Robert Lewandowski logró romper el cerrojo español con una exquisita resolución contra el poste. El grito del polaco llevó tranquilidad a la afición que colmó el Allianz Arena. Además, Thomas Müller pudo liquidar el pleito con un cabezazo desde el borde del área chica que se fue a centímetros del palo. Para el cierre del segundo tiempo, ya no habían argumentos para explicar la supremacía alemana.
supremacía alemana.
Muchas veces el fútbol no resiste de análisis. Y lo que sucedió en Múnich fue uno de esos casos. El nigeriano Samuel Chukwueze se convirtió en héroe para establecer el milagro amarillo. En una réplica fugaz, el reemplazante de Francis Coquelin selló el 1 a 1 ante Manuel Neuer para gozar de un gol histórico. Con el 1 a 1, el Villarreal hizo valer la vitoria en casa y dio otro golpe en el torneo más codiciado del Viejo Continente. Tras haber eliminado a la Juventus en octavos de final, ahora fue el turno de la potencia que supo conquistar la Orejona en seis oportunidades. Al ritmo de Yellow Submarine, el combinado ibérico volvió a la semifinal de la Champions después de 16 años. La hazaña fue posible gracias al compromiso de un plantel que luchó por un sueño que parecía imposible.