No es la primera vez que Nick Kyrgios tiene un cruce con un juez de silla y monta un berrinche en pleno partido. Pero esta vez el jugador australiano de 25 años enfureció al punto de abandonar la pista durante más de cinco minutos y discutir agitadamente con el umpire por un fallo del que no estaba para nada de acuerdo.
Ocurrió en su victoria ante su compatriota Harry Bourchier en el ATP 250 Murray River Open, un certamen disputado en Melbourne en la previa del Australian Open. El marcador estaba 6-2, 5-5 a su favor y estaba por sacar 40-30 cuando el árbitro español Nacho Forcadelle le aplicó un warning por demorar. Su tardanza se debió a que por las restricciones del COVID-19, los jugadores deben manipular sin ayuda sus toallas entre punto y punto.
“Estaba empezando a servir, ese es mi movimiento”, dijo Kyrgios, quien estalló de furia e inmediatamente decidió irse a su banquillo. “No juego más”, repitió mientras caminaba a su lugar. El público empezó a ovacionarlo para intentar que regrese a la pista pero fue en vano.
Tras pedir disculpas a su rival y exigir que llamen al supervisor del partido, el actual número 47 del ránking ATP siguió su entredicho con el juez: “Es como si lo estuvieras haciendo para ser divertido o algo así. ¿Crees que eres gracioso? ¿Es por eso que lo haces? Estoy haciendo el movimiento de mi saque.”
Finalmente, Kyrgios aceptó jugar después de que le aseguraran que no sería multado y se quedó con la victoria ante Bourchier por 6-2 y 7-6. “Simplemente me gusta jugar según las reglas. Y no quería jugar hasta estar seguro de que no me iban a multar porque la ATP es bastante dura todo el tiempo, me multan con mucho dinero”, reconoció tras el encuentro.
El jugador australiano está jugando su primer torneo en un año tras una lesión en la muñeca y después de la inactividad por la pandemia de coronavirus. Ahora deberá enfrentar al croata Borna Coric para continuar con su puesta a punto de cara al primer Grand Slam del año.