Nick Kyrgios y Thanasi Kokkinakis lograron su primer título de Grand Slam en otro espectáculo brindado en el Melbourne Park con la victoria sobre sus compatriotas Matthew Ebden y Max Purcell, en la final de dobles masculino. El notable viaje de la pareja desde entrada con Wild Card hasta campeones del Australian Open se completó después de poco más de una hora y media de entretenimiento en un apasionante Rod Laver Arena repleto cuando los favoritos del público sellaron una victoria por 7-5 y 6-4.
La final lamentablemente no transcurrió con total normalidad ya que un espectador del público gritaba en varios de los servicios de Ebden para buscar desconcentrarlo y que baje la calidad del servicio. Sobre el final del partido, la pareja perjudicada por los constantes alaridos del individuo se acercaron al umpire para pedirle que se repita el punto al verse al borde de la cornisa en el encuentro. Pero pocos segundos después, Kyrgios tomó el papel protagónico de la situación.
Mirando hacia el sector derecho del estadio, Nick comenzó a señalar a un grupo de tres fanáticos que se reían de manera nerviosa al ver que las cámaras de televisión los habían descubierto. El jugador no dudó y le ordenó a la seguridad del Rod Laver Arena que se los lleven para poder terminar la final en paz y en justas condiciones para todos. Un encargado apareció en escena para charlar con los hinchas y les pidió que se retiren del evento para poder continuar el partido.
Poco después del incidente, Kokkinakis voleó de manera eficiente una floja devolución para conseguir salir campeón del Australian Open junto a Nick Kyrgios. En las conferencia de prensa con el trofeo en sus manos, Kyrgios reveló cuál sería el plan de Thanasi para celebrar. “Sé que mi compañero va a estar de fiesta esta noche. Así que chicas, adelante. Listo, debo frenar ahora. Acabo de pasarme de la raya”, declaró generando las risas de todo el estadio que constantemente gritaba como a lo largo de todo el certamen.
“Nick, te amo hermano”, declaró Kokkinakis en la cancha después del partido. “Puedo decir honestamente que no esperábamos siquiera acercarnos a esto, pero con la ayuda de ustedes durante toda la semana ha sido increíble. La cobertura que obtuvo y el apoyo que obtuvo, no podíamos pedir nada más”. Cabe destacar que Australia se garantizó una doble dosis de gloria el sábado por la noche después de que Ash Barty terminó una espera de 44 años para que un jugador local ganara un título de individuales.
“No me gustaría hacerlo con nadie más”, agregó Nick. “Max ha estado en una final dos veces y Matty ha tenido una gran carrera. Estoy súper feliz. Ni siquiera sé cómo estamos haciendo esto o qué está pasando en este momento para ser brutalmente honesto. Esta noche no se duerme”, concluyó el carismático tenista ante las miradas de todo el circuito que observa esta nueva dupla como posibles protagonistas para el resto del año calendario.
